Diario de León

Las familias optan de forma masiva por un destino nacional con la playa como gran aliciente

El 93% de las vacaciones tienen las costas españolas como destinofinal

El litoral mediterráneo junto a Baleares y las Canarias acogen a 90 de cada 100 españoles en su «veraneo»

Las playas españolas continúan siendo el destino preferido

Las playas españolas continúan siendo el destino preferido

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Carlos Mínguez - madrid
León

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Los españoles -aquellos a los que su economía se lo permite- pasan mayoritariamente las vacaciones de verano en familia y en la playa, buscan cada vez más el exotismo de paraísos lejanos, huyen del pueblo que les vio nacer y tienen mucho donde elegir, pues la oferta viajera es variada e imaginativa. De cada cien españoles que están a punto de hacer las maletas, noventa se quedarán en España tumbados al sol en las playas del litoral mediterráneo peninsular, de Baleares y Canarias, siete irán a países europeos o norteafricanos próximos y los tres restantes viajarán a destinos más exóticos del Caribe, América Latina -la Patagonia arrasa- y Asia (China, Tailandia y Vietnam son los preferidos). Sólo en Madrid, según datos de una encuesta de la Cámara de Comercio, entre el 75% y el 77% de las familias se irán de vacaciones este verano, el 52,5% en agosto y el 32,5% en julio, con un destino preferente, la playa, y una previsión de salidas al extranjero del 21,3%, frente al 14,6% del año pasado. En 2006, según la encuesta de movimientos turísticos de los españoles, Familitur, que elabora el Instituto de Estudios Turísticos, los residentes en España realizaron un total de 166,3 millones de viajes -por ocio, vacaciones, motivos familiares, de amistad o trabajo-, un 3,1% menos que en 2005, descenso que el sector confía remontar este año. El 93% de esos viajes, más de 155 millones, fueron por España, mientras que el 6,4%, 10,7 millones, tuvieron como destino el extranjero, sobre todo a países de la Unión Europea. «En verano seguimos quedándonos en España. Es el principal destino, porque aquí tenemos muy cerca y a buen precio todos los atractivos: sol, playa, paisaje, cultura...», apunta Martínez Millán. Familitur confirma que el turismo nacional se caracteriza por una marcada estacionalidad -agosto, julio y septiembre, además de Semana Santa-, si bien los hábitos han cambiado a un ritmo acelerado, y ya son muchos los españoles que dividen su mes de vacaciones entre verano y otras épocas del año, aprovechando fines de semana y puentes. El turismo aporta el 11% del PIB español y da empleo al 12% de la población activa, más de 2,3 millones de personas. España atrae el 7% del total del turismo mundial y el 7,5% de los ingresos, aunque ocupa el puesto número quince en el ránking mundial de competitividad, a pesar de ser el segundo en cuanto a ingresos y número de turistas. Esta actividad empresarial con gran futuro, según opina el 60% de los directivos españoles, supone a la economía nacional unos ingresos que superan los 40.000 millones de euros. Madrileños, catalanes, andaluces y valencianos, seguidos por gallegos, castellano-leoneses, manchegos y vascos, son los españoles más viajeros, con unos gustos muy similares y un denominador común: están ávidos de conocimiento, gastan dinero, son respetuosos y saben lo que quieren. «Después de los japoneses, los mejores viajeros del mundo, y de los estadounidenses, los españoles somos muy apreciados allí donde vamos por ser muy rumbosos en cuanto al gasto. Contratamos excursiones opcionales, comemos a la carta, visitamos museos, acudimos a espectáculos, bebemos vino en las comidas, damos propina... No viajamos con privaciones», apunta el presidente de la Federación de Agencias de Viajes. «No hay lugar en el mundo donde por estas fechas no haya un español. Desde la isla más perdida en el Índico hasta el sitio más estrafalario que uno pueda imaginar. Tenemos ansia por conocer mundo, otras culturas», destaca Martínez Millán. Ese ansia ha hecho reaccionar al sector en los últimos años para plantear una oferta extensa y original, que no olvida a colectivos como los homosexuales o los «singles», los sin pareja, a los melómanos, la tercera edad, las familias monoparentales o a las mujeres, más viajeras que los hombres. Uno de los fenómenos más significativos de las últimas temporadas es la creciente demanda de cruceros, normalmente por el Mediterráneo, con un incremento anual y acumulado en torno al veinte por ciento y una contratación para este verano que puede alcanzar las cuatrocientas mil plazas. El África subsahariana es la «asignatura pendiente» del turista español y, aunque año tras año, las ofertas crecen, todavía -apuntan en la Federación Española de Agencias de Viajes- las dificultades de transporte y la falta de infraestructuras, unido a problemas de seguridad, no animan la demanda. «Viajar -dice Jesús Martínez Millán- está al alcance de todos los españoles. Hay una alternativa para cada economía. Porque viajar es también ir a la comunidad autónoma de al lado». Ello explicaría el auge del turismo rural, de interior, y aunque los españoles cada vez veraneamos menos en el pueblo, durante el resto del año, sobre todo en Semana Santa y en largos puentes, ocupamos las más de cien mil camas rurales que hay repartidas por toda la geografía. Viajar es uno de los bienes de consumo «más deseados», un ideal por el que suspira la mayoría. «El mundo del viaje tiene un gran futuro en España. No sé -concluye el presidente de la Federación- si venderemos por Internet o por tam-tam pero el futuro es prometedor».

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