| Visto y oído |
Viviendo y aprendiendo
Prevenir a edades tempranas Los agentes de la Guardia Civil de Villablino se acercaron hasta el IES. Valle de Laciana de Villablino para dar una charla sobre educación vial. En la reunión se abordaron temas diversos como las drogas o los atropellos. La charla constaba de una clase teórica y otra práctica. El objetivo era concienciar a la juventud del peligro que conllevan las drogas, el exceso de velocidad y las muertes que cada año deja el verano. Tras explicar qué es la Guardia Civil, sus funciones y sus obligaciones, los agentes indicaron las actuaciones a seguir cuando una persona es peatón, va en bici, ciclomotor u ocupante de un vehículo. En la charla se mencionaron las medidas para mejorar la seguridad, unas preventivas (antes del accidente) y otras paliativas (después del accidente). A continuación los alumnos vieron unos videos de campañas de seguridad vial. La parte práctica consistió en que los alumnos supieran el mecanismo de medir el alcohol en sangre mediante un etilómetro. Varios alumnos realizaron la prueba. En el mundo En cualquier rincón del mundo puede aparecer un leonés que, además de estar muy orgulloso de sus raíces, es capaz de aprender y adaptarse a las nuevas culturas. Aprender y enseñar es la clave. Juan Manuel Sandín Pérez, un maragato de pro, pasó la noche de San Juan en Finlandia y desde allí envía la fotografía a la que le añade un texto del escritor finlandés Aarto Paasilinna, de su libro Delicioso suicidio en grupo: « El enemigo más poderoso de los finlandeses es la oscuridad, la apatía sin fin. La melancolía flota sobre el desgraciado pueblo y durante miles de años lo ha mantenido bajo su yugo con tal fuerza, que el alma de éste ha terminado por volverse tenebrosa y grave. Tal es el peso de la congoja. Sin embargo, el finlandés es un pueblo de guerreros. Todo, menos rendirse. Una y otra vez se alza en rebelión contra el tirano. La noche de San Juan, la fiesta de la luz y la alegría que marca el solsticio de verano, es para los finlandeses una descomunal batalla en la que, de común acuerdo y uniendo sus fuerzas, intentan derrotar a la melancolía que los corroe. Todo el pueblo se pone en pie de guerra: no sólo los hombres en condiciones de luchar, sino también las mujeres, los niños y los ancianos se movilizan en los frentes. En las orillas de los miles de lagos de Finlandia se encienden colosales hogueras paganas para exortizar a las tinieblas. Banderas azules y blancas son izadas en sus mástiles. Cinco millones de guerreros finlandeses se alimentan antes de la lucha con salchichas y costillas de cerdo asadas a la parrilla. Vacían sin miramientos y de un trago sus copas de aguardiente para darse valor, y al son de los acordeones, marchan para medirse en combate con la depresión, a la cual aplastarán en una batalla campal que librarán sin tregua durante toda la noche». Viviendo y aprendiendo.