Diario de León

Cosas de aquí | Un universo fronterizo

Yoknapatawpha en el Órbigo

Enrique Marty trabaja desde hace un mes en un lugar escondido de Benavides de Órbigo para representar uno de los lugares más repetidos y abusados: el de los clubs de carretera

Ramiro

Ramiro

Publicado por
Cristina Fanjul - león
León

Creado:

Actualizado:

«Estos son los colores del falso lujo, de la alquimia». Los que conozcan el universo creativo de Enrique Marty se sorprenderán y todos cuantos se acerquen a él por primera vez se quedarán atrapados ante la gran instalación que el artista salmantino ha fabulado para un lugar olvidado. Hasta tal punto, que el espacio elegido para protagonizar el gran evento que el Musac desarrolla en el Órbigo tiene como escenario un lugar perdido. Perdido porque realmente resulta difícil llegar y perdido por abandonado, por estéril. Su carácter onírico se acentúa por el hecho de que la tarea artística se realiza en una obra cuyo empeño fue consumido por la nada. Un matadero que los problemas burocráticos condenaron al absurdo, un matadero sin desolladero, sin matarife y, por supuesto, sin ganado. Y este es precisamente el lugar que Enrique Marty ha venido transformado desde hace algo menos de un mes. Y -ironías del destino- la gran sala que habría tenido que servir para degollar reses se convertirá en el espacio central de un decorado no menos luctuoso. El artista decidió desde el primer momento que convertiría aquel edificio infértil en recreación de uno de tantos clubs de carretera, en un gran prostíbulo. Y los colores a los que aludía simulan de manera brillante el decorado con el que se pretende empapar al que atraviesa la entrada. No hay paños calientes. Nada más entrar sabes dónde te encuentras y este cabaret al que Enrique Marty ha querido liberar de su sentido más brutal -acercándolo a la estética burlesque de los años treinta- se recrea una y otra vez en un sinfín de habitáculos que son, en realidad, satélites de una misma idea. Nada es improvisado. El artista ha trabajado durante ocho meses en conformar una idea que muchos habrían desechado por descabellada. Las imágenes absurdas, excesivas, grotescas o pretenciosas son el resultado de una búsqueda en la que casi nada se ha dejado al azar. Marty ha husmeado en Brooklyn, en Monterrey, en internet... para encontrar modelos con los que hacer frente a este sueño violento y colosal, con el que se celebrará el séptimo centenario del mercado de Benavides. Una parte del universo femenino que se siempre se solapa es el que esta vez se presenta sin pretextos. El único engaño será el que cada cual carga consigo. Como el universo de Faulkner. Como Yoknapatawpha, la tierra dividida, el lugar que media entre lo que somos y lo que creemos ser. Este es un adelanto. Para conocerlo habrá que esperar hasta el día 6.

tracking