Los pactos distócicos

USTEDES PERDONEN: A lo mejor no es ese el nombre de la operación para promover la llegada forzosa de los niños. Y en vez de distócicos se debieran llamar de otra manera más real. Porque aunque los Pactos políticos que se avecinan para componer los cuadros políticos del Estado de la municipalidad y de la Comunidad, hayan de producirse con fuerza y con rigor para obtener el fin que se pretende, se espera y se supone, se tema que a la hora de los pactos surjan inevitablemente, como ha venido sucediendo desde la formulación de la democracia nueva que ocurra lo mismo que ha venido sucediendo, pese a que incluso los más firmes aseguradores de la manera actual de conducirse, sospechan que no es así, no es así como deben ser entendidas y practicadas las conjunciones copulativas a las que vamos como el agua de lluvias al río y a la mar. Seguiremos, eso sí, respetando el sistema de cuotas, porque para eso la mujer ha aportado la parte más eficaz de las elecciones felizmente rubricadas. Serán tantas señoras estupendas en las relaciones como ínclitos caballeros, pero sin cambiar de paso, sin perder la marcialidad. El Pacto suele ser, será sin duda, el ejercicio al cual se entregan los partidos una vez resuelto el trance electoral para ajustar las piezas generales. Porque lo que ahora hemos elegido no son, en realidad, los que habrán de mantener y no enmendar el procedimiento de gobernar. Gobernarán aquéllos que ahora y en esta hora de la verdad, serán elegidos para ocupar los cargos o cargos o servicios de mayor responsabilidad. Y quedarán para vestir santos los que no hayan sido capaces de entender el puzzle. El comité de gobernación diríamos, es el que se encarga de la selección de verdad, la que manda y dispone y el resultado de esta especie de Lotería Nacional es inevitablemente la composición de núcleos heterogéneos, variopintos y sin disciplinas precisas.. Serán personajes o personajillos que se adaptarán más que a su propio sentido común o que al criterio expresado por el pueblo, a aquello que les sea ordenado por el capitán que les manda. Por el grado de fidelidad y obediencia serán reconocidos por sus méritos. Y el que se mueva, como diría el Guerra, no saldrá en la foto. No creemos sinceramente que se de un acto más impuro que este de la selección para la formación de los Pactos en ningún otro país del Universo, salvo en centros de gravedad política en donde no sea posible entender el maremágnum electoral. Se habla de la implantación de la fórmula francesa de la segunda votación para darle al acto trascendencia y verdad, pero se olvida que España, que los españoles somos como somos y que como diría Machado, embestimos cuando decidimos usar de la cabeza. Si el sistema electoral no es bueno, los pactos sucesivos son peores. ¡Dios nos libre de los pactos distócidos para bien del recental que bala en el vientre de la Sociedad. Amén. ¡Si se pudiera practicar la política de ida y vuelta que decía Marlene Dietrich: Desencajada la bella mujer clamaba: Si pudieras marcharte ahora y volver hace diez años¿!