Weber maravilla al mundo con un cóctel de Óscar, Miss Universo y Gran Hermano
Con un cóctel de los Oscar, Miss Universo y Gran Hermano combinados con la mayor votación de la historia de Internet, unos pellizcos de cultura y mucho oro del turismo, el aventurero suizo Bernard Weber logró ayer maravillar al mundo. El desenlace del extravagante proyecto concebido en 1999 por el aviador y productor de documentales exóticos de 55 años, rivalizó anoche con las transmisiones de los Juegos Olímpicos, las más vistas por la humanidad, y congregó en Lisboa una pequeña ONU de delegados oficiales e inéditos hinchas de monumentos. Además del objetivo oficial de defender el patrimonio universal e interesar a las masas por la cultura, las Nuevas 7 Maravillas se han convertido en un gran negocio con los derechos de emisión de cerca de 170 cadenas que televisarán la ceremonia a una audiencia potencial de 1.600 millones de personas. Gestor también del museo total de Le Corbusier -que por encargo de su madre, Heidi Weber, levantó en Zurich en 1967 el famoso arquitecto y pintor suizo- Weber ha expuesto en muchos viajes de promoción su filosofía de que el dinero no está reñido con la cultura. La Fundación que creó para ejecutar su proyecto de elegir las Siete Maravillas actuales para sustituir a las del mundo antiguo ya desaparecidas, piensa dedicar el 50 por ciento a reconstruir las estatuas gigantes de los Budas de Bamiyan.