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Un encierro impuntual deja cuatroheridos en el día grande navarro El Papa permitirá el latín opcional para la liturgia

Pamplona acoge miles de visitantes en el primer día de fiestas

Publicado por
Íñigo Domínguez - efe | pamplona colpisa

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Pamplona acogió en la jornada de ayer, en la que celebra el día grande de sus fiestas, a miles de visitantes que se sumaron a sus vecinos en la celebración de los Sanfermines. Con casi cinco minutos de retraso comenzó el primer encierro de los sanfermines. La demora estuvo justificada por el enorme número de corredores que deseaban participar en la carrera y en la gran cantidad de público que abarrotaba las calles del recorrido y que hicieron más difíciles las tareas de colocación del vallado y la limpieza del itinerario. Los toros de Dolores Aguirre emplearon casi tres minutos en cubrir los 848 metros del recorrido. Fue una carrera con varias situaciones de peligro que se tradujeron en un mozo de nacionalidad australiana corneado en la cuesta de Santo Domingo, en los primeros metros de la carrera. C. M. sufrió una cornada en el muslo derecho y tiene pronóstico grave, según fuentes del gobierno foral. El Papa ordenó ayer que a partir del 14 de septiembre, «pese a lo que pueda haber en contrario», se puede celebrar la misa en latín, como se hacía hasta 1969. También es libre el uso en bodas, bautizos y demás ceremonias. Basta que lo pidan los fieles al cura o, en el caso de congregaciones religiosas, que así lo decidan entre ellos. El Vaticano pretende con la medida acercare a otro grupos, refiriéndose sobre todo a los seguidores de Lefebvre, el arzobispo francés, ya fallecido, que abrió un cisma en 1988 por negarse a aceptar la libertad de lengua en la misa y, en general, las innovaciones del Concilio Vaticano II en los sesenta. La principal novedad y motivo de más inquietud en la jerarquía, es que ya no hará falta, como hasta ahora, el permiso del obispo para celebrar en latín. Por eso el Papa repite que las nuevas normas «no disminuyen en ningún modo su autoridad», aunque ahora se limitarán a un papel «vigilante» Ya ayer el cardenal Jean-Pierre Ricard, presidente de los obispos franceses, ha vaticinado que habrá inconvenientes de aplicación.