Gente de aquí | Último concierto en Carracedo
El trovador llegó al monasterio
Amancio Prada cerró ayer el festival Mirador de la Reina con un recital profundo e inolvidable. Su voz creció y se magnificó entre los arcos del claustro cisterciense
El cantautor, poeta y compositor Amancio Prada fue el encargado de cerrar ayer el festival Mirador de la Reina con un recital profundo e intimista, en el que se acompañó de buenos amigos. Su espectáculo «El cantar tiene sentido», homenaje al ya fallecido cantautor Chicho Sánchez Ferlosio, cobró su verdadera dimensión entre los arcos del claustro del monasterio de Carracedo, que fueron de nuevo testigos de la voz y la profundidad del trovador berciano. En el escenario, Prada se acompañó de Mariana Cores al violonchelo, Cuco Pérez al acordeón, Pedro Navarrete al piano y Baldo Martínez al contrabajo, además de la colaboración en las voces de su gran amiga, y directora del conservatorio Cristóbal Halffter, María José Cordero. El recital arrancó con El cantar tiene sentido , tema que resume a la perfección el sentido de su carrera artística. A esa canción siguió Adios ríos, adiós fontes, Libre te quiero , y acompañado del poeta villafranquino Juan Carlos Mestré, interpretó a continuación Antífona del otoño en el valle del Bierzo , título del poemario premiado con el Adonais, y Retrato de familia . Mestre le pasó el testigo a María José Cordero, con quien cantó El romance de la cristiana cautiva . Amancio Prada enganchó al auditorio con su potente voz, su destreza con la guitarra y el impecable acompañamiento de su cuarteto, que hicieron sonar como nunca en este monasterio sus mejores composiciones. Aunque era un homenaje a Chico Sánchez Ferlosio, Prada no pudo evitar improvisar y deleitar a los presentes con algunos de sus mejores temas de siempre. Con un recinto entusiasmado y entregado, Prada demostró que poner voz y música a las letras de grandes poetas de la literatura española no falla y que continúa poniendo la «carne de gallina» a sus fieles seguidores después de tres décadas sobre los escenarios. La música de Prada creció y se magnificó en el marco del monasterio, que le dio un aire más lírico e intimista si cabe a la guitarra y a la voz del cantautor nacido en Dehesas. El intérprete famoso por musicar de la poetisa gallega Rosalía de Castro, cerró su íntimo concierto con una serie de coplas tradicionales, entre ellas , Caravel de caraveles, usando la zanfona. Amancio Prada no defraudó a su público en Carracedo, con una media de edad superior al de los dos conciertos anteriores del Festival Mirador de la Reina, los de Ariel Rot y Nacha Pop, porque como él mismo recita «El cantar tiene sentido», el sentido de hacer llegar a quien le escuche sus propias vivencias y hacer suyas las vivencias de los demás.