Cosas de aquí | De plazas, tabernas y paisanos
Estar (y soñar) en Babia
El Diario ofrece mañana a sus lectores la obra «El patriarca de Babia y otros cuentos leoneses» del escritor, dramaturgo y «apóstol» de Genarín Francisco Pérez Herrero
Francisco Pérez Herrero fue uno de los más grandes personajes leoneses en una época en la que todo el viejo León era un cúmulo de personajes y de paisanajes que pasaban sus días y cuidaban sus cuitas entre las calles mal adoquinadas del Barrio Húmedo. Escritor, poeta, dramaturgo y verdadero apóstol de nuestro santo y pellejero padre Genarín, escribió cuentos populares deliciosos, líricas descripciones del paisaje cisastur y poemas sentidos, llenos de espontánea sugerencia. Mañana, una cuidada selección de esos relatos y esos versos llega a manos de los lectores del Diario dentro de la gran Biblioteca Leonesa de Escritores cuyas entregas viene ofreciendo este periódico todos los sábados al precio de tan sólo un euro y medio. El título de esta semana, El patriarca de Babia y Antología poética . «Pérez Herrero siempre se mantuvo alejado de modas y movimientos literarios, abogando por una poesía de carácter marcadamente popular -escribe Miriam López Santos, encargada de la presentación del volumen-. Tanto en sus libros de poesía como en El patriarca de Babia y otros relatos, a pesar de variar el enfoque y la intensidad, sus motivos básicos: el amor, la muerte, la vida misma y su tierra, León, se alzan como protagonistas indiscutibles; todo ello recubierto de un tono filosófico pleno de colorido, de música y de luminosidad». Aunque nacido en Palencia en 1906, Pérez Herrero vivió desde muy niño en León, ciudad que activó culturalmente participando y colaborando en multitud de revistas, periódicos y eventos de tipo cultural. Su producción literaria es abundante y variada. Apuntan los expertos que publicó varios libros de poesía - Retablo leonés , Lirios , Garras y otros-, una crónica de viajes - Rutas turísticas -, una colección de cuentos - El patriarca de Babiay otros relatos - y varios libros de prosa lírica - Zumo eterno o Vislumbres -. También es autor de obras de teatro como En la escalera , El hombre que se rifó con trampa y otras más. He aquí, pues, un feje de historias y poemas bien entresacado, en el que Paco , como era conocido en toda la ciudad, muestra su visión de la vida (amigable, abierta, sensible, conversadora) y de la región que le tocó vivir (aquel León de mercados, burros, artesanos y casas de vecindad), mostrando con enorme acierto y ojo agudo los rasgos más destacables de nuestro paisaje y nuestro carácter colectivo. Las callejinas, plazueletas y piedras del Húmedo; las riberas y montañas de aquel entonces, verdes o violáceas; las gentes sencillas, colmadas de anécdotas, todo eso lo cantó Pérez Herrero. «¡Carretera, carretera,/ carretera de los Cubos!... Muralla con alelíes/ y tapias de barro crudo»...