Enredados en las páginas web
El aumento del número de niños enganchados a las nuevas tecnologías alerta a padres y educadores, ya que un 20% de los menores visita asiduamente páginas violentas y sexuales
Dos de cada tres menores que se conectan a internet lo hacen en busca de «ocio digital». Los chats, los juegos y la descarga de música se convierten así en reclamos para los más pequeños, que relegan la búsqueda de información a un tercer lugar en sus prioridades. Las tecnologías de la información han creado nuevos hábitos en la infancia; niños y adolescentes que navegan sin supervisión entre las pantanosas aguas del ciberespacio. Para el Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, el control de los padres sobre los contenidos a los que acceden sus hijos es fundamental. «No se trata de demonizar internet, el teléfono móvil o los videojuegos, pero hay que tratarlos con prudencia», advierte Canalda. El fracaso escolar es una de las consecuencias más notorias de la adicción de niños y adolescentes a las nuevas tecnologías. Consecuencia a la que se suman los problemas de sueño, ansiedad, inseguridad o alteraciones de comportamientos de los pequeños. Las nuevas tecnologías se han convertido en una nueva forma de acceso al conocimiento, pero también al delito. Casi la mitad de los menores que se conectan a internet con regularidad confiesa descargar contenidos ilegales de la red, aunque desconoce que este material esté protegido por derechos de autor. Utilizado como un modo secreto de comunicación al que los padres son ajenos, entre un 15 y un 20% de menores que acceden a la «web» desde cibercafés, visitan páginas de contenido violento o sexual explícito, inadecuadas para su formación. Casi la mitad de los menores que navega por el ciberespacio con regularidad se ha sentido acosado sexualmente en alguna ocasión . Organizaciones como Acpi -Asociación Contra la Pornografía Infantil- o el Defensor del Menor intentan a través de Protegeles.com o Cibercentinelas.org, la prevención y detección de páginas que puedan vulnerar los derechos de la infancia. Juan Salom, jefe de la Unidad de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil, reconoce que «pocos contenidos están tan indicados como el sexo en internet». Sólo basta con introducir la palabra en la web para que aparezcan 756 millones de páginas con contenido de tipo sexual.