La Organización No Gubernamental no ha querido pronunciarse tras la decisión de la justicia
La jueza del caso Intervida califica de «sangrante» la gestión directiva
La magistrada de Cataluña deriva la investigación a la Audiencia Nacional por su «complejidad»
La jueza de Barcelona encargada del caso del supuesto fraude cometido por los fundadores de Intervida ha decidido inhibirse en favor de la Audiencia Nacional ante la complejidad y el alcance estatal del mismo, a la vez que en su auto califica de «sangrante» la gestión de los responsables de esta ONG. Intervida no ha querido valorar, a instancias de la agencia Efe, la decisión adoptada por la magistrada del Juzgado de Instrucción número 17 encargada del caso, el fraude cometido supuestamente por los gestores de esta ONG, quienes habrían desviado millones de dólares procedentes del apadrinamiento de niños del Tercer Mundo hacia la constitución de empresas ajenas a esta actividad benéfica y social. Según informaba ayer la cadena Ser, la juez ha optado por transferir el caso a la Audiencia Nacional para evitar dilaciones en su tramitación y, tras analizar la documentación a la que ha tenido acceso, considera en su auto que «hasta el momento la única actividad real que ha realizado y realiza la Fundación Privada Intervida es la de captar dinero de sus padrinos». La magistrada considera que «no se ha hecho ningún seguimiento ni control» para ver si este dinero se dedicaba «realmente» a mejorar «las condiciones de vida del sector de la población más necesitado». Para la titular del Juzgado de Instrucción número 17 de Barcelona, con la estructura de esta organización, sus fundadores tenían como objetivo obtener capital a través de diversas sociedades en España, Guatemala y Perú «para destinarlo al mundo empresarial y, más concretamente, a los sectores de la construcción e inmobiliario y bancario». En este sentido destaca la «sangrante creación de colegios de elite, no precisamente para menores desfavorecidos en Guatemala, Las Lagunas y San Mateo y en Perú», lejos de los usos para los que los padrinos de la fundación habían aportado sus participaciones económicas. Fraude en los altos cargos Esta misma semana se ha conocido que Eduardo Castellón y Rafael Puertas, dos de los fundadores y principales imputados en la querella que la Fiscalía presentó contra la antigua directiva de Intervida, cobraron unos 3.000 dólares mensuales de una asociación vinculada a la ONG sin que conste que trabajaran para ella. Así lo mantiene la Fiscalía en la querella que el pasado mes de abril presentó contra los dos fundadores y otras cuatro personas vinculadas a la directiva de la ONG, la tercera más grande de España, por un delito continuado de estafa o apropiación indebida, otro societario y asociación ilícita. Entre 1999 y 2003, únicos ejercicios de los que el ministerio dispone de información contable, las transferencias a los países con proyectos se efectuaban en el último trimestre del año, y en las cuentas se contabilizaban como aportaciones monetarias a proyectos solidarios, aunque su destino real eran cuentas de depósito bancarias.