Un estudio afirma que la mayoría de los ancianos aún practica el sexo La OMS alerta de la globalización de las enfermedades infecciosasLa policía francesa descubre los cadáveres de tres bebés a los que sumadre declara haber «dejado morir» El 25% de los ho

La mayoría de los ancianos en EEUU se confiesan sexualmente activos y aseguran que las relaciones físicas con su pareja son muy importantes para ellos, según un estudio divulgado ayer por la revista «New England Journal of Medicine». El estudio mantiene que las personas de entre 57 y 85 años han seguido practicando el sexo -al menos durante los doce meses previos a la investigación- a pesar de la elevada tasa de «fastidiosos» problemas sexuales que aseguran tener los encuestados. Según los investigadores, la condición física causa más problemas en las relaciones sexuales que la edad y el 81% de los hombres y el 51% de las mujeres, que se encontraban en excelente estado de salud, confesaron ser activos sexualmente. Según el estudio, factores como la diabetes y la hipertensión están fuertemente asociados a los problemas sexuales en parejas de avanzada edad. A pesar de las dificultades, la mayoría de las parejas mayores nunca han acudido a ayuda profesional para tratar de solucionarlas. «Descubrimos que a pesar de la alta prevalencia de problemas la mayoría de adultos nunca han hablado de sexo con un médico», apuntó Stacy Tessler, doctora de la Universidad de Chicago y directora del estudio. Según los investigadores, sólo el 38% de los hombres y el 22% de las mujeres habían hablado de sexo con su doctor desde los 50 años. «Desde una perspectiva médica y de salud pública, tenemos la oportunidad y la obligación de dar una mejor educación al paciente y aconsejarle sobre problemas sexuales relacionados con la salud y potencialmente tratables», añadió la doctora. Por ejemplo, y como consecuencia de una falta de educación sexual para los ancianos, los investigadores se mostraron preocupados ante el hecho de que cerca del 15% de los nuevos infectados en EEUU por el virus del sida -VIH- son mayores de 50 años. El estudio, rompe en cierta manera el mito de que la pasión sexual se agota con el paso de los años. La globalización, ese concepto teórico que se resume en que el mundo es cada día más pequeño y las fronteras se diluyen, ha pasado de la economía y las telecomunicaciones a la salud. Los virus vuelan en clase turista, las epidemias saltan continentes en días y los agentes infecciosos salen de sus escondites en países pobres y olvidados para colonizar territorios en el primer mundo. Es una fotografía descarnada pero real del panorama mundial de la salud descrito por la Organización Mundial de la Salud -OMS-. En su informe anual, la agencia de Salud de las Naciones Unidas alerta, además, de la emergencia de nuevas enfermedades y, peor aún, de la pérdida de eficacia del arsenal terapéutico tradicional. «Un futuro más seguro» se titula el reporte, aunque sus páginas destilan inquietud. Desde el prólogo, la OMS resume las amenazas crecientes que nos acechan a todos, «hijas» de un mundo cambiante y veloz. El primer informe anual de la organización data de 1951, cuando «los viajes internacionales se hacían en barco, las noticias viajaban en forma de telegramas» y sólo había seis enfermedades «cuarentenables» en el mundo: cólera, peste, fiebre recurrente, viruela, tifus y fiebre amarilla. Las enfermedades nuevas «eran raras» y medicamentos milagrosos hacían retroceder a las pandemias clásicas. Ese mundo ya no existe. Ahora, «la situación de las enfermedades es todo menos estable» y surgen nuevas afecciones «al ritmo sin precedentes de una por año», recalca la directora, Margaret Chan, con una capacidad de expansión también incomparable. Lógico, si se tiene en cuenta que las compañías aéreas transportaron en 2006 a 2.100 millones de pasajeros al año y las redes de comercio no conocen límites. Las oportunidades de expansión de agentes infecciosos como virus, bacterias, microbios... y de vectores transmisores como mosquitos, son infinitas. Una mujer fue detenida tras declarar que había «dejado morir» a tres bebés suyos, cuyos cadáveres descubrió ayer su compañero, informaron ayer fuentes próximas a la investigación. La detenida, de 36 años de edad, residente en Albertville -Saboya-, al este de Francia, aseguró que las tres víctimas eran sus hijos, nacidos en 2001, 2003, y 2006, y que siempre ocultó sus sucesivos e indeseados embarazos a su compañero, sus familiares y sus amigos. El fiscal de Albertville, Henry-Michel, precisó que por el momento se desconoce «si esta mujer mató voluntariamente a sus bebés o si los dejó morir». Tampoco se descarta la posibilidad de que los niños pudiesen haber nacido muertos. La madre, bajo custodia policial desde ayer, al igual que su compañero, de 40 años, dijo a la policía que nunca asumió sus embarazos y que como perdía peso con ellos nadie se dio cuenta de su estado. El compañero de la supuesta infanticida, con quien convivía desde hace 16 años y de la que se estaba separando, alertó a la policía tras descubrir los restos mortales de dos de los tres bebés en avanzado estado de descomposición metidos en sendas bolsas de plástico y escondidos en un baúl, en el sótano de su casa. La policía halló el cuerpo del tercer bebé en una caja. El 20% de los hogares españoles está formado por una sola persona y serán más del 25% en 2011 si se mantiene la tendencia, según cálculos del Instituto de Política Familiar -IPF-. Esta organización privada, que analiza en un comunicado datos del INE, indica que menos de un 40% de hogares estará formado entonces por parejas con hijos, mientras que las que no tengan prole y las monoparentales superarían en conjunto el 30%. El IPF explica que los hogares españoles crecieron un 20% entre 1991 y 2001, es decir dos millones más. Más de la mitad de ese crecimiento -56%- se debió a los hogares de un solo miembro, que aumentaron un 82%. El tamaño medio de los hogares pasó de 3,26 a 2,86 personas, con una evolución hacia las 2 personas, según el IPF. La familias formadas por parejas con hijos bajaron un 3% y representan el 44% de todos los hogares; las que no tienen hijos aumentaron un 24% y suponen el 19%; y las monoparentales subieron un 45% y son el 10%. El resto de tipos de hogares crecieron un 36% y suponen un 7% del total. El IPF reclama que la política familiar llegue al 1% del PIB para 2008 y alcance el 2,2% antes de 2012; garantizar la actualización de todas las ayudas conforme a la inflación y la reforma del IRPF para evitar discriminaciones injustas entre familias distintas y entre éstas y personas que viven solas.