Un árbol con mucha sombra

Han florecido 101 primaveras desde que aquel árbol dio sombra a la idea. Más de un centenar de años en los que el anillo del tronco ha reforzado el proyecto impulsado por 84 familias el 30 de mayo del 2006, «en un campo lleno de margaritas a orillas del Bernesga», en lo que «hoy es Papalaguinda». Un poco más allá, ribera abajo del río, en el Paseo del Parque, la Sociedad Recreativa La Venatoria -que acumula «cerca de 9.000 socios», como citó su presidente, Maximino Cañón- recogió la Medalla de Oro de la Ciudad concedida por el Ayuntamiento por «su arraigo cultural y social, la actividad que realiza y la tradición», según citó el alcalde, Francisco Fernández, quien invitó a los responsables del colectivo a «seguir adelante con los proyectos que, como hasta ahora, revitalicen la actividad en León», para lo cual «tendrán en el consistorio un aliado, un socio más». Cañón, voz de los veintiún presidentes que han regido la casa, rememoró los principios fundacionales de la sociedad recreativa: «las aficiones comunes por la caza y la pesca», que determinaron la «mentalidad vanguardista de protección del medio ambiente» que tuvo su definición en el nacimiento de «un cuerpo de guardas jurados que ya en el año 1932 contaba con 73 vigilantes; una medida que luego fue imitada y se implantó en todo el país». Esa primera Venatoria -«conjunto de reglas de la montería», como describió Cañón- creció para acoger otras actividades pioneras: «en 1930 la primera piscina cubierta de León; la primera máquina de tiro al plato, que se permitió que usaran las mujeres», quienes también podían «jugar al tenis e, incluso, al billar, en aquella primera mesa por la que se pagaron nada menos que 650 pesetas de la época de 1910». Luego, aparecieron «los primeros aparatos de musculación; el primer trampolín, construido con dos troncos; y, ya vencido el siglo, la primera piscina cubierta de uso privado, las primeras canchas de squash de una sociedad privada, los frontones de pelota mano...». Una «larga historia, que es la historia del cambio de León y su sociedad». «Trajes de baño que se recortaron; raquetas de cuerda trenzada que acabaron siendo de fibra de carbono; porrones de cerveza que se quedaron en cortos de clara», como poetizó el presidente de la sociedad recreativa, en el que se que ha construido «una particular filosofía de la vida, el descanso y la familia», que conforma «un referente sociocultural y deportivo los doce meses del año».