Y España de vacaciones...

DE SEGURO QUE SE PRODUCIRÁ, así que pasen las llamadas vacaciones estivales, un tiempo para la reflexión. -Y se producirá el curioso espectáculo de las vacaciones sumergidas, de los tiempos nuevos que nos anunciarán los políticos del más diverso y pintoresco estilo. Porque si, efectivamente, hemos conseguido disponer de medios, de espíritu y de capacidades para echarnos a disfrutar de la Fiesta oficial a la que tenemos derecho, nos avisan por adelantado de los nuevos rumbos y señales que los padres putativos de la Patria nos preparan. Hemos convertido en paz y en gloria nuestro cupo de ocio sindical, pero ¿y el tiempo que se nos anuncia? ¿Seremos capaces de superarle sin inevitables embestidas? Dudamos de que nos sea dada la gracia de un fenómeno post-vacacional, sin que los precios se alteren de forma tempestuoso y no es fácil que la acometida, sea naval de pateras de Cayucos, no depositen en nuestras cosas más hambreadas universales, desequilibrios el ritmo de los astros. Volverán a establecerse los nuevos impuestos y se decretarán los sueldos de los pocos sabios que en el mundo político han sido, para sostener los nuevos presupuestos en estado de equilibrio. Y se decretarán los sueldos novísimos. Serán inevitables los seísmos económicos y nos sumirán en el aturdimiento los grandes cupos de capitanes de los dineros, para cubrir las bajas humanas que continuarán produciéndose para el atendimiento de las guerras declaradas a tambor batiente. Y nadie, nadie, absolutamente nadie dimitirá de sus cargos malbaratados ni se enmendará la hora de defender la verdad, porque la verdad ha sido abolida del lenguaje político español y nos entregamos a la manipulación de intereses que proceden de minas misteriosas y que producen muy copiosos beneficios. Este será el panorama que se nos anuncia, dorando la píldora de las vacaciones y de las elecciones generales, para intentar de nuevo cambiar de rumbo y mantenernos en el error durante este ejercicio de vacaciones sumergidas, al cual vamos como las aguas del río patronal van a dar a la mar. ¡A la mar los marineros! Y para no perder el compás, seguiremos asegurando que España va bien, que seguimos dominando y que el Real Madrid tiene madre¿ Nos abandonamos a las puras delicias de las Rebajas: Porque si antes todo costaba ya mucho, muchísimo, a partir de ahora y si el tiempo no lo impide, el ciudadano seguirá tragando, sapos y culebras¿ ¡Señor, qué agonía la nuestra!