Diario de León

CRÉMER CONTRA CRÉMER

Hablar bien sin mirar a quien

Publicado por
VICTORIANO CRÉMER
León

Creado:

Actualizado:

CON TODOS LOS respetos que se vean conferidos, a mí me parece que nos estamos pasando un poco en el grave, gravísimo problema del lenguaje y no sin esfuerzos y réplicas irascibles estamos a punto de acabar en otra guerra del idioma, como en el Bierzo, en la Sobarriba, en la Montaña, en el Valle y en la senda del peregrino. En León nos sentíamos orgullosos del garboso manejo que los naturales o adheridos del país teníamos cuando hablábamos en público o en privado sin tener que decir demasiados dislates y si se trataba de decidir quién de entre los hablantes del idioma que Cervantes y de Jorge Manrique o de San Juan de la Cruz, manejaban con más soltura, gracia e intención del idioma matriz, nos sentíamos, obligados a subrayar nuestra condición de cuasi perfectos cultivadores del lenguaje. Fruto o consecuencia de esta naturaleza del leonés y su pupilaje cultural son las figuras que la cultura leonesa ha parteado o ha influido y la soltura con la que nos sentimos todos un poco padres del idioma. Ahora el pleito, surgido como resolución política, entre tirios y troyanos, es el uso del Lliunés, que viene a ser como lo que queda del dialecto de los pastores de alzada, cuando al frente de sus rebaños se insertaban en la nómina leonesa o lliunesa, que tanto monta, monta tanto, si al final acabamos por entendernos y somos capaces de establecer una tabla lingüística en la que dejemos patente el espíritu de la raza. A risa lo toma la gente, pero a mí, por supuesto, me da pena y me causa un respeto imponente la pugna establecida entre los históricos puristas y los fieles al nuevo rumbo que las lenguas toman así que van haciéndose, creciendo y convirtiéndose en signo real del habla castellana, española o como se entienda que se traduce más cabalmente el sentido, el espíritu y el talante de lo leonés. Cuando los investigadores municipales, (que son los más enconados defensores de la instauración de la lengua en nuestro dinamismo lingüístico, nos aseguran, se supone que con pruebas fehacientes del peso de sus investigaciones, que el lenguaje al que aspira por ciertos grupos tradicionalistas tiene raíces en Portugal, en Braganza, entre otros centros de influencia, nos sentimos todo lo contentos y satisfechos que se consigue obtener cuando el hombre acierta a descubrir un dato histórico que puede servirnos para componer la estructura idiomática. Pero pienso, pensamos algunos, que el sistema de Educación en la España lliunesa tiene muchos otros resortes para alcanzar la cima del idioma, el decir, para dominar el idioma de España, llámese como se llame, sin necesidad de convertir un tema de cultura universitaria en un encuentro iracundo de política municipal y espesa. Y no faltan quienes sospechan que la pugna establecida para esclarecer la verdadera estructura del auténtico lenguaje, no sirve más que para ocultar otros problemas de mucha mayor sustancia y consecuencias más graves. Lo que importa es hablar bien sin mirar a quien.

tracking