Las caras de la pobreza

EN un mundo instalado en el consumo, parece que los pobres han desaparecido. La percepción de la pobreza varía de unos lugares a otros, de unos tiempos a otros y de unos grupos sociales a otros. De todas formas, la pobreza incluye dos notas que la hacen inconfundible. La de la desigualdad social y la de la indefensión. Se suele decir que la pobreza social supone una desigualdad económica que se manifiesta en la diferencia de propiedades, de renta, y de nivel de vida. Es verdad, pero incluye sobre todo la desigualdad social, es decir, una relación de inferioridad, dependencia o explotación. En otros tiempos se consideraba la pobreza como una situación estática a la que se miraba con un cierto fatalismo. Hoy habría que verla desde un punto de vista más dinámico y operativo. En otros tiempos se veía la pobreza como un mal endémico e irremediable. Hoy la pobreza no puede ser aceptada como inevitable o deseable. Su abolición se ha convertido en un objetivo universal. Esto exige pensar medios que lleven a la abolición de las desigualdades sociales. Por otra parte, la pobreza no puede ser vista en abstracto. Ha de ser concretada en la persona del pobre. Pero el pobre no es sólo el que carece de los recursos necesarios para llevar una vida digna, sino el que se encuentra en una sociedad que no considera como válidos sus valores. El que es pobre económica y socialmente es también pobre culturalmente. Otra cultura ha venido a ocupar el espacio previamente interpretado y re-creado por sus símbolos. No es extraño que con frecuencia, el pobre se sienta incómodo en su mismo mundo y haya perdido el sentido de totalidad que lo envolvía de forma protectora. Eso hace que la pobreza se vea hoy como indefensión. No es difícil observar que las personas que viven en una situación de pobreza, de privación y de marginalidad se encuentran también alejadas respecto a los núcleos en los que se decide la marcha de este mundo. Los pobres no tienen voz ni voto en el concierto social. Raras veces logran asociarse. Quedan reducidos a su individualidad, con lo que no pueden ser oídos. No pueden defender sus derechos. Es más, con excesiva frecuencia los pobres han de presenciar el triste espectáculo de la anulación de sus profetas. Unos son silenciados con la muerte, otros con el exilio, otros con la calumnia o el desprestigio. De forma todavía más sutil, la voz profética que reivindica la dignidad de los pobres es con frecuencia trivializada y convertida en objeto de espectáculo o compraventa. Una mayor conciencia de la persona y de sus derechos es la base de una nueva cultura de la solidaridad. Para los cristianos, ha llegado la hora de una nueva creatividad en el ejercicio de la caridad. Así lo decía Juan Pablo II en su exhortación «al comienzo del nuevo milenio». Y así lo repite Benedicto XVI en su primera encíclica «Dios es amor». Día 7, viernes: Comienza Novena en honor de la Virgen del Camino (S. I. Catedral, León, 9,00 y 18,45 h.). Hasta el día 15 Día 8, sábado: Fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen Romería en el Santuario de Camposagrado (Rioseco de Tapia-Benllera, León, 13 h.) Procesión y Misa en honor de la Virgen de la Encina, Patrona del Bierzo (Ponferrada, Astorga, 12 h.) Día 9: XXIII Domingo del Tiempo Ordinario Día «De la Encinina». Eucaristía solemne (Parroquia de S. Antonio, Ponferrada, Astorga, 12 h.) Día 10, lunes: Comienza la VI Semana de Pastoral (Seminario, León, 16,30 h.). Hasta el día 14 Presentación del libro «De la Bioética al Bioderecho: libertad, vida y muerte», de D. Luis González Morán (Centro Cultural Caja España, León, 20 h.) Día 14, viernes: Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz («El Cristo») Clausura de la VI Semana de Pastoral: Ponencia sobre Pastoral vocacional, Eucaristía y fiesta (Seminario, León, 16,30 h.) L Aniversario de la coronación canónica del Cristo de la Esperanza (PP. Paúles, Villafranca del Bierzo, Astorga).