La final fue tensa y nerviosa como se esperaba, a pesar de la ventaja de campo de España.
A pesar del agotamiento, Gasol mantuvo a España en los últimos minutos, aunque falló demasiado en tiros libres.
José Manuel Calderón tuvo otro día inspirado en el tiro de tres, y volvió a ser el líder de España en el campo.
España tuvo que echar mano de todos sus recursos para afrontar a una Rusia mucho más complicada que en la segunda fase del torneo.
Felipe Reyes consiguió cargar de faltas personales a los pívots rusos.
El poderío ruso bajo los aros complicó mucho las cosas para la selección española.
Pau Gasol brilló en defensa, tiró en el último cuarto del carro del ataque a pesar de su cansancio.
Kirilenko fue una amenaza en todos los lugares de la cancha.