Un virus diezma a los delfines y otros cetáceos del Mediterráneo
En las últimas semanas se han encontrado en la costa mediterránea española los cadáveres de una treintena de delfines y las últimas necropsias realizadas confirman que se debe a una epidemia causada por un virus, similar al que hace veinte años provocó una masiva epizootia. El agente patógeno se ha detectado principalmente en el delfín listado (Stenella coeruleoalba), la especie más común del Mediterráneo occidental, aunque también se ha localizado en otros cetáceos como el calderón común (Globicephala melas). Las primeras sospechas se remontan al pasado mes de abril, cuando se descubrieron en las costas murcianas cinco calderones muertos por una infección vírica. Sin embargo, no ha sido hasta hace unas semanas cuando se dispararon las alarmas tras localizarse más de 20 cadáveres de delfines, calderones y cachalotes en las costas valencianas, y otros siete en las catalanas. Las necropsias realizadas han confirmado la presencia del morbilivirus, un patógeno parecido al virus del moquillo que afecta a los perros, que se activa en verano y provoca una caída del sistema inmunológico, lo que deriva en lesiones multiorgánicas, especialmente en los sistemas respiratorio y nervioso. Según los expertos, lo más probable es que el virus se haya propagado a través de un animal infectado que atravesó el Estrecho de Gibraltar y cuyo cadáver fue localizado en abril. Además, están convencidos, de que al igual que sucedió entre 1990 y 1991 cuando se encontraron más de 500 ejemplares sólo en las costas españolas, este año la cifra será similar, debido a las costumbres gregarias de los delfines, cuando lo normal es encontrar unos 50 ejemplares entre todas las especies. Aquella epizootía, que se extendió por todo el Mediterráneo de España, Italia, Francia y Turquía provocó la presencia en las costas de un millar de cadáveres de delfines, aunque los científicos creen que el número total de fallecidos superó los 6.000, la mayor parte de los cuales acabaron en las profundidades del mar. Si en aquella ocasión, los afectados fueron delfines listados, ahora se teme que el virus haya sufrido una mutación y pueda afectar a otros mamíferos marinos. Se ha convocado a las comunidades autónomas para activar un protocolo de recogida de muestras que permita precisar si estamos ante un hecho aislado o se trata de una epidemia de efectos impredecibles.