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Publicado por
ARTURO MANEIRO
León

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ES UNO de los milagros de nuestra sociedad. Mientras en IPC sube apenas unas décimas, los precios de todos los productos de consumo suben por unidades y de forma progresiva. Hasta las rebajas son cada año más altas, muchos euros más caras que el año anterior. El pan se sube a la parra y afecta a las economías más débiles. Dicen que tiene que subir la harina porque se cultiva poco trigo en España, y eso después de las grandes políticas europeas de eliminar tierras cultivables. Ahora resulta que no llegamos. Ahora resulta que es más rentable dedicar los cereales a producir biodiesel. Lo cierto es que el pan sube algo para los ricos y muchísimo para los pobres. La leche le cuesta mucho más a cada familia y más a las que no puede prescindir e ella. Dicen también que es porque no se produce lo suficiente en Europa. Algo se está haciendo mal, además del IPC. Y por si fuera poco, los piensos no dejan de subir. A muchos ganaderos les está suponiendo un verdadero quebradero de cabeza y de bolsillo. Mantener ganado o cualquier explotación de animales está siendo un lujo. Esto nos lleva directamente a precios altos o a abandono de explotaciones. Para ayudar un poco, el precio del dinero hace que el pago de las hipotecas deje sin respiración a las sufridas familias. Les aprietan por el incremento de los precios de productos de primera necesidad, le aprietan por el precio del dinero, le aprietan por el implacable e injusto IVA, y cada día ven cómo un euro satisface menos necesidades. Nos estamos metiendo en una espiral de subidas que produce vértigo. Son alzas de precio constantes, progresivas, silenciosas, que van elevándose poco a poco como por un plano inclinado. Se reciben casi con resignación, con sumisión, con sometimiento, como si fueran algo inevitable, pero no dejan de avanzar. Sin embargo el IPC apenas lo nota. Las noticias, las estadísticas, las comparecencias de los políticos muestran tranquilidad. Aquí no pasa nada. Sin embargo, cuando un indicador como el IPC no refleja el movimiento real de los precios, pueden suceder varias cosas, o que los indicadores utilizados son erróneos, o que se utilizan mal, o que nos quieren engañar.