De munición, un chupa chups

-«Y nosotros cuando entramos a verlo?» -«Ahora, cuando salgan vuestros compañeros» -«¿Qué compañeros?» -«Los que están ahora, los de 4º» -«Esos no son compañeros nuestros, sólo van al mismo colegio». La espontaneidad infantil no tendrá precio hasta el día del juicio final, ni parece tenerlo desde el principio de los tiempos. Así las cosas, una jornada de puertas abiertas para escolares en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, se convierte por mor de la propia realidad en una caja de sorpresas: la cara del canijillo ante un robot de los Tedax, la ficción hecha realidad con una demostración práctica del uso del megáfono de un coche de patrulla, el asombro de tener en la mano los trajes NBQ, más propios de una película espacial que de un día de excursión... «La gente de León quiere a la Policía. Lo notamos. Da igual que sea la Guardia Civil que la Policía Local, que la Policía Nacional. Nos quieren, y eso se valora», reconoció emocionado el comisario jefe, Ángel Miñambres. «Nosotros no disponemos de viviendas propias en nuestras dependencias, pero las abrimos a la sociedad como si fuera nuestra propia casa, aunque hay que poner un límite a todo, porque necesitamos una disciplina de funcionamiento». 25.000 al año Cerca de 25.000 personas al año pasan por las dependencias de Calle Benavente en la capital. Ayer, un centenar de escolares del Colegio San José de las Agustinas, comprobó en persona la especial dedicación de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en las labores de protección y vigilancia de la sociedad leonesa. Los técnicos de explosivos por una parte, los funcionarios por otro, el mando policial más allá, y en medio de todos, el subdelegado de Gobierno, Francisco Álvarez, tratando de explicar a la gente menuda la importancia de contar con un cuerpo de características tan especiales. «A veces la gente se enfada porque acuden a tramitar el carné de identidad digital, por ejemplo, y tienen que hacer cola o hay mucha saturación. Estamos gestionando 400 carnés diarios, que es una cifra bastante más que razonable, y creo que con un poquito de paciencia del ciudadano y nuestro esfuerzo, pronto estará atendido todo el mundo. Pero sabemos que nuestra misión no es fácil y que no siempre se entiende», lamentó el comisario Miñambres. Para eso, para que la concienciación se inicie desde la infancia, se convocan citas de este tipo.