Diario de León

Con la vitrificación no se forman cristales de hielo, evitando así la lesión del óvulo

Nueva técnica para preservar los óvulos con mayor seguridad

Los óvulos siguen siendo viables aunque hayan pasado más de diez años

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M. García león
León

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Hasta ahora, la congelación de espermatozoides ofrecía muy buenos resultados, pero no ocurría lo mismo con los óvulos, ya que para conseguir un recién nacido eran necesarios hasta 100 óvulos congelados. Sin embargo, una nueva técnica de fecundación in vitro está llamada a revolucionar la planificación familiar. Se trata de la vitrificación, que consiste en extraer varios óvulos que, tras ser tratados con sustancias crioprotectoras, son sumergirlos en nitrógeno líquido, a 196 grados bajo cero.A diferencia de lo que ocurre en la congelación tradicional, no se producen grandes cristales del hielo, que actúan como cuchillas sobre las estructuras celulares, evitando la lesión del óvulo. La importancia de la vitrificación se basa en las enormes posibilidades que ofrece para preservar la fertilidad, cuando existe riesgo de perderla por la edad o por tratamientos agresivos de quimio y radioterapia, ya que hasta ahora la única posibilidad efectiva para esas mujeres era recurrir a óvulos de una donante. Desde el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) se asegura que las mujeres que decidan congelar sus óvulos tendrán en un futuro la misma capacidad que el día que decidieron criopreservarlos, aunque hayan pasado más de diez años, lo que permite retrasar la maternidad con seguridad. Además, no existe riesgo de daño para ellos provocado por el proceso de envejecimiento o como consecuencia de los tratamientos médicos. En el IVI utilizan una técnica pionera en España, la vitrificación con Cryo-Top, originaria de Japón, con la que han conseguido una supervivencia de los óvulos vitrificados del 96% y una tasa de embarazo del 80%, frente a la del 30% que se obtiene con los óvulos congelados de forma convencional. Según aseguran, estos resultados dan garantías suficientes para la creación de bancos de óvulos que agilizarán en gran medida los programas de donación de óvulos, de la misma manera que ocurre con los bancos de semen. Evitar el hielo El éxito del Cryo-Top reside en que se trata de un dispositivo especialmente diseñado para albergar los ovocitos en un volumen de 0,1 microlitros para su vitrificación, mientras que otros albergan un volumen diez veces superior. Utilizar volúmenes tan pequeños evita que se formen dañinos cristales de hielo ya que la velocidad de descenso de la temperatura es altísima y, además, reduce la concentración de crioprotectores y por tanto la toxicidad. Las mujeres nacen con un número limitado de óvulos, aproximadamente un millón, llegando a la pubertad con la cuarta parte. La fertilidad tiene su momento álgido alrededor de los 23 años, desciende de forma brusca a partir de los 35, y al llegar a la cuarentena baja de forma espectacular. Los expertos afirman que, en términos generales, una mujer no llega a utilizar ni el 0,1% de los óvulos con los que nace. Ahora bien, la posibilidad de «detener» el reloj biológico para adecuar el momento de la maternidad al deseado por la mujer (tras buscar un mejor desarrollo laboral o económico), hace que la vitrificación suponga una mayor libertad para ella. Sin embargo, las voces críticas que defienden una mayor ética en la reproducción aseguran que retrasar la maternidad cambiará la estructura de la sociedad, ya que la posibilidad de que una mujer sea madre a una edad avanzada reduce la posibilidad de que sus hijos no lleguen a conocer a sus abuelos.

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