La ONU advierte de que el uso de biocarburantes puede elevar los hambrientos
La proliferación de los biocombustibles puede tener un grave impacto en la producción de alimentos, lo que puede incrementar aun más las alarmantes cifras de hambrientos, según alerta un informe elaborado por la ONU. «El relator especial está gravemente preocupado sobre el hecho de que los biocombustibles dejen una estela de hambre (...) La rápida idea de convertir comida -como maíz, trigo, azúcar o palma- en combustible es una receta para el desastre», señala el informe. «Existe un serio riesgo de crear una batalla entre la comida y el combustible que hará que los pobres y los hambrientos en los países en desarrollo estén a merced del rápido aumento de los precios de los alimentos, la tierra y el agua», prosigue el informe de la relatoría sobre el derecho a la alimentación de la ONU, que será presentado ante la Asamblea General el próximo 24 de octubre. En el mundo hay 854 millones de hambrientos, una cifra que «ha estado aumentado desde 1996». La relatoría se queja de que no se ha hecho ningún progreso para reducir el hambre, a pesar de los compromisos asumidos por los gobiernos en la primera Cumbre Mundial sobre el Hambre de 1996, y en la Cumbre del Milenio del año 2000. Y destaca que más de seis millones de niños mueren cada año de hambre o de enfermedades relacionadas por la mala alimentación antes de cumplir cinco años.