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El Camino tiene síndrome

Peregrinar por la Ruta Jacobea facilita la recaída de antiguos pacientes sicóticos, bipolares o depresivos, según un estudio realizado por el servicio de psiquiatría del Hospital de Burgos

Un peregrino discurre por la zona próxima a Sahagún

Publicado por
Antonio Ojea - vigo
León

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Las personas con antecedentes sicóticos, bipolares o depresivos corren serios riesgos de recaer si peregrinan por la Ruta Jacobea. Es lo que han descubierto facultativos del Servicio de Psiquiatría del Complejo Asistencial de Burgos, que han bautizado este cuadro clínico como «Síndrome del Camino de Santiago». El síndrome se dio a conocer en el transcurso del XI Congreso Nacional de Psiquiatría, que se celebra en Santiago de Compostela con asistencia de más de 2.000 profesionales de esa especialidad médica de todo el mundo. Según Jesús de la Gándara y Maite Álvarez, psiquiatras del Servicio de Psiquiatría del citado centro de Burgos, pocas personas enferman «ex novo», pero quienes cuentan con antecedentes es probable que sufran recaídas en sus dolencias, debido a factores como el cansancio, el dormir mal, el desorden de vida, el olvido o el abandono de los tratamientos, que han provocado la aparición de trastornos de conducta que obligaron a su ingreso terapéutico. Lo más curioso de la aparición de ese síndrome en personas con antecedentes clínicos es que, según relataron algunos pacientes, las causas de todo están probablemente relacionadas con «el encuentro con otros peregrinos, la vivencia de la historia en vivo, la belleza de los lugares, la acumulación de arte que jalona el Camino de Santiago, o quizá sea el cansancio, las llagas de los pies, el insomnio, el cambio de vida, el tempo pausado del caminar, el sol justiciero o el frío insoportable», según aseguraron en la presentación del estudio. Según de la Gándara, «hay sobradas razones para defender una incontestable evidencia, nada estadística, sobre una especie de trasformación mística, religiosa, espiritual, o simplemente humana, que sufren muchos peregrinos en el Camino de Santiago. Todos los que hemos interrogado nos lo aseguran; muchos incluso te lo relatan sin que se lo preguntes».