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Su delicada situación ha llevado a aprobar sendas Estrategias Nacionales de Conservación

Más protección para salvar la focha moruna y la almeja de río Controlar su expansión

Vienen a unirse a las del lince, oso, urogallo, visón, águila imperial, lobo o pardela balear

Publicado por
Miguel J. Tré - león
León

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España cuenta desde hace escasas fechas con las Estrategias Nacionales de Conservación de la focha moruna y de la almeja de río, así como con la Estrategia Nacional para el control del mejillón cebra, una especie invasorade rápida expansión (ya se extiende por nueve comunidades autónomas) causante de importantes daños ecológicos y económicos. la aprobación de estos documentos, ya son 13 las especies que cuentan con Estrategias Nacionales de Conservación, a las que se añaden la del control del mejillón cebra y la Estrategia Nacional contra Cebos Envenenados. Las especies a las que afectan son lince ibérico, oso pardo cantábrico, quebrantahuesos, águila imperial ibérica, urogallo cantábrico, lobo, malvasía, urogallo pirenaico, visón europeo, pardela balear, oso pardo pirenaico, focha moruna, almeja de río y mejillón cebra. En peligro La focha moruna o cornuda es una de las aves acuáticas más amenazadas de Europa, con dos áreas de distribución aisladas entre si. El principal núcleo de población, no amenazado y con 50.000 ejemplares, se extiende por África oriental y meridional, mientras que el Mediterráneo occidental (Península Ibérica y norte de África) acoge una pequeña población, de unos 5.000 individuos, seriamente amenazada. En España, la población es muy reducida con grandes fluctuaciones en el número de individuos, estrechamente relacionadas con la calidad del hábitat y la pluviometría. La Estrategia promueve diversas acciones entre las que se encuentra la adopción de medidas de gestión para evitar la confusión durante la caza, en humedales designados como Zona de Especial Protección para las Aves en que sea aconsejable, mediante moratorias para la focha común o acuerdos con los titulares de los cotos para no ser cazada; la declaración de Reservas, Parajes Naturales u otra figura de protección adecuada de las localidades críticas y la eliminación de especies animales alóctonas o asilvestradas que puedan ser predadores. Se contempla, además, que en el área de protección de las localidades críticas y de expansión se limite el uso de productos fitosanitarios (insecticidas, fungicidas, herbicidas) y la realización de controles periódicos de la calidad hídrica de los humedales, con el fin de conocer su evolución y tomar medidas correctoras en caso de necesidad. En cuanto a la almeja de río, está incluida en la categoría de «en peligro de extinción» en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas desde 1996, cuando la especie fue descubierta en el río Ebro tras creerse extinguida. La alteración del fondo de los ríos, los cambios en las poblaciones piscícolas y la contaminación son algunas de las amenazas que sufre la especie. Actualmente, está presente en Navarra, Aragón, Cataluña, y tal vez en la Rioja (se han encontrado conchas pero no ejemplares vivos), y se desarrolla un Proyecto Life-Naturaleza en Aragón y ha finalizado otro en Cataluña. En la Estrategia de Conservación se indican las directrices y medidas para cumplir con la finalidad propuesta de asegurar la conservación de la especie y orientar la elaboración y, en su caso, las revisiones de los Planes de Recuperación de las Comunidades Autónomas, que deben constituir las herramientas básicas para la conservación y recuperación de la especie. Para su cumplimiento eficaz es necesaria una coordinación entre todas las Administraciones y sectores involucrados, así como la voluntad de los responsables de su aplicación de trabajar por un objetivo común, asumiendo y cumpliendo cada uno de sus compromisos. En cuanto a la Estrategia Nacional para el control del mejillón cebra, su objeto es orientar a las administraciones sobre las actuaciones que deben acometerse para intentar un adecuado control de la expansión del mejillón cebra en España, mediante un conjunto de medidas, tanto legislativas, como de gestión y planificación y de divulgación, entre las que se incluyen la elaboración de protocolos de limpieza para embarcaciones, desinfección para material de pesca y de otros usos recreativos, desinfección para pequeños equipos de trabajo en medios acuáticos, de limpieza para hidroaviones y otros medios para extinción de incendios, y de detección y seguimiento También contempla realizar análisis de susceptibilidad a la colonización y vulnerabilidad a nivel nacional para todas las masas de agua, atendiendo a criterios fisicoquímicos de las mismas, usos y actividades que se desarrollan, posibles conexiones con otras ya infestadas, etc. Se tendrá en cuenta la valoración de los impactos negativos que causaría el mejillón cebra sobre el medio ambiente, así como los impactos desde el punto de vista socioeconómico. Asimismo, incluye medidas preventivas en las masas de agua no afectadas como realización de muestreos de adultos y larvas planctónicas según el «Protocolo de detección y seguimiento», que tendrá en cuenta las fechas de reproducción y dispersión de larvas y priorizar sus acciones según el análisis de susceptibilidad y vulnerabilidad de las masas. Incluye también, la creación de una red de centros capacitados para identificar larvas, de manera que el sistema de detección no se colapse ante aumentos puntuales del número de muestras.