Diario de León
Publicado por
Antonio Núñez
León

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SIN ÁNIMO de incurrir en desacato hacia el presidente del Gobierno debo decir que la primera vez que tuve dudas sobre el futuro fue cuando Zapatero salió elegido secretario general del PSOE, pactó con Carod-Rovira, que, a su vez, negoció con ETA el pacto de Perpiñán y, justo el día de reflexión de las elecciones, dijo Aznar que el bombazo del 11-M era solo cosa de Otegui, De Juana y compañía. Sólo quedé tranquilo después de consultar a cierta echadora de cartas que, adivinándome el pensamiento como a un pardillo, me sacó mil duros a cambio de un ambiguo «a este chico le crecen los enanos». Pasados los días, las elecciones del 14-M y con los moros de Lavapiés en danza volví a la pitonisa para que me devolviera los treinta euros, pero ella insistió en tirar de tarot, reconoció que no había estado muy fina el otro jueves y corrigió las adivinanzas. «Los hay», dijo, «que nacen con una flor en el culo, pero, con perdón, este viene con un ramo». Por el bien de la provincia y del Inteco pagué otra vez y di las gracias. El que no se consuela es porque no quiere. Los que conocemos a Zapatero de pequeño le estamos cogiendo afición al burle , así que es probable que acabemos todos ludópatas perdidos. ¿Que no lo recibe Bush? Otro enano. ¿Que lo aclaman Chaves, Evo y Fidel? El liliputiense es el gringo. ¿Que suben las hipotecas? Plante usted topillos en el jardinico del adosado y verá cómo le crecen los rosales no menos del doble que el mibor y el euribor, mientras que usted alcanza entre las vecinas la consideración de «tipo de interés». ¿Que por el cambio climático se le seca el patatal de la abuela? Saque de procesión a la ministra Narbona en vez de a la Virgen de Castrotierra, según me dijo el otro día un ingeniero agnóstico de la Confederación Hidrográfica del Duero, harto de apagar bombillas en casa para ahorrar en el recibo de la luz y de desembalsar para las turbinas de la hidroeléctrica. Ahora se reivindica la memoria histórica de setenta y tantos años atrás. Craso error para no volver a las andadas. Servidor se conformaría con un trienio, cuando cada cosa estaba en su sitiio: los inmigrantes ilegales antes de subirse a la patera, los mineros dándole las gracias a Santa Bárbara bendita porque por fin paga Victorino, los capullos sin la bacteria sin salirse del tiesto ni contagiar la bacteria de los frutales, los de Eta en la trena y el vaso de vino a diez duros. Así ha sido siempre y así debería ser. Mañana pienso consultar otra vez a Rappel, aunque no nos fiamos ya de nadie, ni siquiera de Heraclio Fournier en la partida de brisca del pueblo, porque cada vez que pedimos baraja nueva dan las cartas marcadas. Y no soy el único que sospecha. En la timba preelectoral de estas tardes otoñales más de un pedáneo del PP del municipio donde servidor reside se ha levantado airado de la mesa cuando el colega sociata de la localidad de al lado le proponía jugar a las siete y media en lo de las pensiones, las viviendas protegidas para los chicos, los dientes del nieto, etcétecera. Fue una pasada, porque, como el juego consiste en no pasarse sin quedarse corto, parecían los dos Hamilton y Alonso. Ya cuando se llegó al tute de compañeros Mariano se quedó sin pareja y en la revancha al mus ni pares ni nones, ni a grandes ni a chicas, porque el único concejal leonesista, de un patriotismo sobrevenido en la Casa de León de Baracaldo, se guiñaba con todos, así que le desplumaron el Ayuntamiento. Tome nota Mariano Rajoy para esta partida que se está jugando y que no ha hecho más que empezar, porque durará hasta las tantas y se barajará como poco hasta mediados de marzo. Ni tute, ni brisca, ni mus, ni mucho menos jugar con Zapatero a la llamada «cabronada», donde, como es sabido, entre uno que te arrastra de aquí (UPL), el otro de allá (CíU) o el PNV al final las diez de últimas que resultan definitivas acaban en menos del Gobierno y siempre pierde el de enmedio. Hubo un amago el viernes de recuperar la dignidad perdida prente a los nacionalistas de chicha y nabo, que en La Bañeza identificamos, y eso según, con los de regueras de Arriba o de Abajo. Zapatero sacó pendones y banderas, pero como si nada el día del Pilar. Con diez millones de votantes detrás yo que Mariano jugaría directamente a la carta más alta. Si sale con barba, San Antón, y, si no, la Purísima. Rosa Díez o Zerolo. Pero lo que no puede ser es que entre todos le dejen sin cartas, porque no sería justo. Y un consejo más. Puesto a descartarse, que lo haga del dos de oros, el relumbrante chico alcalde de Madrid, Ruiz Gallardón. En ese tapete pesa más el tres, es mi Esperanza, la Aguirre rubia natural y, si a Mariano le parten la cara, siempre habrá quien le apañe los restos.

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