La CESM distribuirá entre sus socios un manual que les sirva de guía para abordar estos casos
El 10% de los 160.000 médicos ha sufrido alguna vez ataques físicos
Solicita que tales actitudes sean tipificadas por la Justicia como delitos y no como faltas
Las consultas de atención primaria, los servicios de atención hospitalaria o las unidades de urgencias se han convertido, en alguna ocasión, en un verdadero calvario para un porcentaje nada desdeñable de los médicos españoles. Las agresiones físicas y verbales contra los profesionales de la medicina se han convertido en un problema que cada vez preocupa más a los facultativos ya que, según sus datos, «aumenta sustancialmente de año en año». Las cifras de estas actitudes violentas evidencian, por sí mismas, la intranquilidad y el temor que se ha instalado entre los médicos. De los 160.000 en ejercicio, el 10% ha sido agredido físicamente alguna vez por pacientes o familiares, y una amplia mayoría, tres de cada cuatro, han recibido una o más veces amenazas verbales, según una encuesta elaborada por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (Cesm), mayoritaria en el sector. Para contribuir a solventar, en la medida de lo posible, esta cuestión la Fundación Cesm presentó el manual «Agresiones a facultativos. Guía de prevención y actuación». El documento, que distribuirá entre sus afiliados y simpatizantes, pretende reflejar el estado de la situación, «un tema que a menudo se mantiene oculto incluso entre los propios afectados», y servir de guía al médico a la hora de abordar estas violentas situaciones. Ante la creciente magnitud de estas agresiones físicas o verbales contra los profesionales sanitarios, la Cesm solicita que sean tipificadas judicialmente como delitos y no como faltas, de manera que conlleven desde multas superiores a 600 euros hasta la pena de cárcel. El consejero de Sanidad de la Junta, Francisco Javier Álvarez Guisasola, y el fiscal jefe del TSJ, Manuel Martín-Granizo, acordaron incrementar los cauces de cooperación entre ambas administraciones con el objeto de actuar con contundencia ante las agresiones que sufren los profesionales.