El juez le deja en libertad aunque le imputa un delito de lesiones con la agravante de racismo
El agresor de la joven ecuatoriana alega que estaba «muy borracho»
El juzgado de Sant Boi (Barcelona) imputa un delito de lesiones con la agravante de racismo a Sergi Xavier M.M., el joven que agredió a una chica ecuatoriana en un tren de Ferrocarriles de la Generalitat y que ayer se ha justificado asegurando que estaba «muy borracho». El joven, de 21 años, vecino de Santa Coloma de Cervelló (Barcelona) y con antecedentes penales por robos, quedó en libertad con cargos por orden del juez instructor acusado de haber agredido por motivos racistas a una chica, que está en tratamiento psicológico a raíz de los hechos, ocurridos el pasado 7 de octubre en un tren de Ferrocarrils de la Generalitat. El juez de Sant Boi acordó dejar en libertad provisional al detenido, al que acusa de un delito de lesiones con la agravante de motivos racistas, pero no tenía otra opción, ya que la parte acusadora no pidió ninguna otra medida, como la prisión provisional. Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el fiscal no asistió a la declaración del imputado, Sergi Xavier M.M., «pese a tener conocimiento del caso», y la familia de la menor agredida renunció a ser representada por un abogado. Sin embargo, la Fiscalía ha alegado que no asistió a la declaración del joven porque desconocía los detalles de la agresión, ya que el juzgado no le informó de que se trataba de un caso grave o dramático y hasta el lunes no dispuso del vídeo y el atestado policial. Tras recordar que se está en una fase muy temprana del proceso, un portavoz de Fiscalía ha anunciado que esta agresión se estudiará «con mucho detalle», por lo que se pedirán informes forenses sobre las secuelas psicológicas que pueda arrastrar la menor. En su caso, podría imputar algún otro delito al detenido -contra la integridad moral, entre otros- y, si lo cree necesario, solicitará la revisión de la situación del imputado. Como ya hiciera en su declaración ante el juez, el imputado, que deberá comparecer ante el juzgado cada 15 días, ha justificado su agresión afirmando que «estaba muy borracho» y que nunca había tenido un comportamiento similar, «ni racista ni nada». El agresor ha aprovechado la presencia de los medios de comunicación ante su domicilio para pedir perdón a la joven ecuatoriana «porque no se merecía lo que le hice», además de afirmar: «claro que me siento responsable, la culpa es mía». Condena unánime La agresión racista ha recibido la condena unánime de asociaciones de inmigrantes, así como de entidades contra el racismo y la xenofobia. La asociación de inmigrantes Rumiñahui y la Federación Nacional de Asociaciones de Ecuatorianos en España (FENADEE) han lamentado que el presunto agresor esté en libertad. El Foro para la Integración Social de los Inmigrantes ha atribuido la agresión al «vandalismo de la extrema derecha», y el Movimiento contra la Intolerancia ha exigido una Fiscalía Específica contra la Xenofobia, el Racismo y los Delitos de Odio. El secretario de Movimientos Sociales y ONG del PSOE, Pedro Zerolo, ha considerado que ninguna agresión como ésta debe quedar sin una respuesta social clara ni política.