Cosas de aquí | La punta de un iceberg literario
La «novela ideal» de Valtuille
La última entrega de la Gran Biblioteca Leonesa se ofrece mañana; se trata de unas excelentes «Novelas cortas» del ahora rescatado autor berciano Antonio Estévez
Mañana, el Diario ofrece a sus lectores el último libro de la monumental Biblioteca Leonesa de Escritores: han sido 52 semanas en la que se han distribuido otros tantos títulos imprescindibles para conocer por qué nuestra tierra se ha venido revelando como una verdadera potencia en lo creativo y en lo literario; en total, más de medio millón de libros distribuidos. León, territorio de la imaginación: desde el increíble Itinerario hasta Jerusalén de una monja berciana del siglo IV, Egeria; hasta el portento narrativo de Luis Mateo Díez en El espíritu del Páramo o la poesía enorme y desgarrada de Antonio Gamoneda. Y, en medio, los deliciosos cuentos de Antonio Pereira, la magnificencia romántica de Gil y Carrasco, la humanidad de Julio Llamazares, las narraciones sugestivas de Merino y Aparicio, los sinceros versos de Crémer y Colinas; las crónicas medievales de Pero R. de Lena; las letras na nuesa llingua de Caitano y Pepe Aragón, el costumbrismo de El Melladín, Menas Alonso Llamas o Goy; los viajes de Torbado; las enseñanzas del Padre Isla; La Pícara Justina ; Guerra Garrido, Mestre y tantos otros. Un viaje apasionante de más de un milenio, ahora en los hogares de los leoneses. Y para rubricar esta lista de lo mejor de la letra cisastur, un descubrimiento y un rescate: las Novelas cortas de Antonio Estévez (Valtuille de Abajo, 1897-México, 1960), que, como el resto de la colección, se ofrece mañana al precio simbólico de un euro y medio. Desconocido, con sus obras perdidas en carpetas y en ediciones olvidadas, la Biblioteca también ha servido para divulgar y poner en valor la obra de autores como Estévez, quien, como apunta el crítico literario Nicolás Miñambres en el prólogo de este libro, requiere de una investigación y un rastreo profundos, pues hasta ahora tan sólo se conoce la «punta de un iceberg literario». «Son pocas las noticias biográficas de las que disponemos -escribe también-, todas recogidas de boca de su hijo: un clima familiar culto y liberal, una amplia biblioteca, una situación económica próspera... La guerra supuso el camino del exilio, primero a Francia y luego a México. Se puede considerar al autor inserto en el movimiento literario de los años veinte, alejado de la novela intelectual o deshumanizada del momento». Las tres novelas que ocupan el volumen - El triunfo de la vida , Alicia y La admirable vida - responden, continúa Miñambres, «al espíritu de la exitosa colección La novela ideal , que alcanzó un número significativo de títulos». Tragedias ejemplarizantes, exaltación del individualismo, reivindicación de un héroe romántico ejemplificado en un tipo concreto de anarquista leonés (el personaje de Lirio del Valle), abominación del capitalismo... son sólo algunas de las notas que caracterizan a estas interesantes novelas.