CORNADA DE LOBO
¿Todos santos?
DIEZ mil clérigos fueron asesinados o ejecutados con algún formalismo procesal o saña miliciana en la Guerra Civil y, entre ellos, casi quinientos fueron beatificados hace unos días. Demostraciones de su beatitud no habrán faltado. Los síndicos pontificios y sus abogados del diablo abordan con extremada cautela estos procesos y se tiran largos años pesquisando, gastando y depurando pruebas o milagros de los candidatos al altar, a la certeza de que estarán a la diestra del Padre (no confundir con monseñor Escrivá, a quien también le llaman así, el Padre). Beatificar no es canonizar. El beato es como interino. El santo, empero, es certeza y dogma de estar en el Cielo; y es obligación creerlo... y celebrarlo en la liturgia del día asignado (después llegan comisiones, ediciones, estampas, promotores de devoción). Al principio del cristianismo se tardaba poco en dar culto al mártir o al carismático. Como toda religión en expansión, los mártires son los primeros santos (las madrashas musulmanas están llenas de retratos y nombres de bombas con patas). Incluso no pocos santos lo fueron por aclamación instantánea tras su muerte, pero hubo que frenar entusiasmos y fraudes, así que se dieron normas rígidas y tribunales para enjuiciar candidatos y no pillarse los dedos o el halo luminoso de la corona. Sin embargo, en este pueblo feligrés hay quien se pregunta por qué a los otros nueve mil quinientos religiosos mártires (por su fe u oficio) no se les pone también en la visión beatífica de Dios. ¿Es que se les está considerando y dejando en su posible Purgatorio?... ¿Y cuántos podrían estar en el Infierno, que los habrá, purgando sin remisión sus pecados?... ¿Cuántos de ellos murieron por ser clérigos y cuántos por ser también vicarios del poder terrenal, de clases pudientes que protegían sus privilegios o asfixiaron al pobre?... ¿Cuántos estuvieron directamente implicados en actividades políticas y, desde luego, militares?... ¿Y por qué, si lo que inspiraba al miliciano era un odio a la fe de los católicos, el número de monjas asesinadas fue, con paradoja, tan ostentosamente inferior?... Curioso es también que no hayan encontrado algún mártir o beatificable entre los curas vascos y catalanes ejecutados o asesinados... por el régimen de Franco. ¿No eran sacerdotes también o es que merecieron su muerte?...