Holanda despliega por primera vez sus barreras contra los temporales

La tempestad que se ha abatido estas últimas horas sobre el norte de Europa ha tenido efectos espectaculares. En Holanda, por primera vez desde que fuera inaugurado por la Reina Beatriz en 1997, el muy complejo sistema de protección del puerto de Rotterdam contra las grandes mareas del Mar del Norte ha sido activado. Se trata de una gigantesca barrera compuesta por dos grandes puertas de acero, de 210 metros de largo (casi dos campos de fútbol) y 22 metros de alto cada una, que fueron diseñadas para proteger el Nieuwe Waterweg, el canal que une Rotterdam con el mar del Norte, cuando se conjugan las grandes mareas equinocciales con vientos fuertes de componente norte. La protección contra las tempestades del puerto de Rotterdam, el más importante de Europa, con un movimiento que supera los 200 millones de toneladas al año, reúne condiciones espectaculares. Las dos puertas de acero pesan más de 15.000 toneladas, y están ancladas a dos «bisagras» que se acomodan en nodos de 62.000 toneladas de cemento cada uno. En ellos se encajan los dos brazos de 250 metros que arrastran las puertas. Las rótulas, de acero, sobe las que pivotan, tienen 10 metros de diámetro. «Plan Delta» En circunstancias normales, las puertas permanecen acodadas a las dos orillas del canal, en diques secos, pero cuando la meteorología lo aconseja, es decir, cuando hay una previsión de marea de 3 metros por encima de lo habitual, la barrera se acciona. Sucedió por primera el jueves por la noche, y se necesitaron 3 horas para concluir la operación. Una vez extendida, la barrera Maeslanktering puede resistir una carga de 30.000 toneladas y retener más del 97% de la masa de agua protegida. La barrera forma parte de lo que se conoce como «Plan Delta», un dispositivo puesto a punto por las autoridades locales para proteger al país de las inundaciones, que comenzó a ser diseñado a raíz de la tempestad de 1953, cuando una tercera parte del territorio holandés quedó bajo las aguas y millar y medio de personas perdieron la vida, tras el desfondamiento de una veintena de diques. El Maeslantkering cierra un brazo vital del delta del Rin, en el que confluyen, asimismo, los ríos Mosa y Escalda. Por esa zona transita un buque cada cinco minutos, pero es, al mismo tiempo, un embudo por el que pueden entrar en Holanda las crecidas del mar. Dos terceras partes de los 16 millones de holandeses viven por debajo de su nivel. Otra barrera móvil, la denominada Oosterscheldekering, fue también cerrada para contener el temporal. Inaugurada en 1986, la protección contra las grandes crecidas marítimas que cierra el brazo oeste del Escalda es un dique de 9 kilómetros de longitud, 4 de los cuales son móviles. Está compuesto por 62 grandes compuertas de acero, cada una de ellas de 42 metros.