La vivienda crece un 58% más que el número de hogares desde 1998
Crecer de forma sostenible es, por ahora, una utopía para los españoles. El tercer informe del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), a partir de 155 indicadores económicos, ambientales, sociales y culturales, indica que España tiene mucho camino que recorrer hasta alcanzar modelos de desarrollo razonables, como así exige la Unión Europea. Los principales desafíos siguen siendo la excesiva presencia de la construcción y el consumo interno en el crecimiento económico, dos de los sectores de mayor intensidad energética y uso de los recursos; la contaminación de las zonas urbanas -afecta a tres de cada cuatro personas- y la desigualdad social. El Informe 2007 del OSE, elaborado por más de un centenar de científicos y técnicos, redunda en la tendencia del desarrollo español desde 2005. Un corto periodo de tiempo en el que «España ha avanzado moderadamente hacia pautas más sostenibles» en aspectos económicos -crecimiento del PIB, mayor aportación del sector industrial-, pero en el que los cambios han sido «más tímidos» en otros apartados significativos. El modelo de crecimiento ha favorecido la expansión urbana incontrolado gracias al tirón de la construcción, sobre todo en el Mediterráneo y Madrid; el consumo familiar destinado a la vivienda es el mayor de Europa, al suponer el 120% de la renta; el esfuerzo de acceso a vivienda para los jóvenes supera ampliamente el 33% de su sueldo; las buenas tasas de empleo siguen reflejando precariedad y desigualdades de género y, por último, el abandono escolar continúa siendo de los más altos de Europa (29,5%) por detrás de Portugal y Malta. Entre las cifras llamativas del estudio destaca que un 36,52% de los 100 primeros metros de costa mediterránea están urbanizados. Y que de 1998 a 2006 se han construido 5,5 millones de viviendas, un 58% más que los 3,5 millones de hogares creados en el periodo.