Una técnica logra el 80% de eficacia en la incontinencia urinaria masculina
Peter Rehder, urólogo del Hospital Universitario de Innsbruck (Austria),ha desarrollado una técnica que supone un gran avance para tratar la incontinencia de orina leve o moderada que padecen los varones a los que ha sido extirpada la próstata. Los resultados han sido calificados por los especialistas como muy satisfactorios ya que tiene éxito en el 80% de los afectados, es decir, les libera de la incontinencia. Sin embargo, el nuevo sistema no puede ser aplicado a enfermos con incontinencia severa. El perfil medio de los beneficiarios de este método serán enfermos, de entre 50 y 65 años, operados de próstata a causa de una patología benigna tumoral, es decir, personas laboralmente activas, circunstancia que agrava los problemas causados por esa patología. Según los especialistas, entre el 20 y el 50% de los pacientes intervenidos por tumor prostático padecen la secuela de una incontinencia urinaria. El nuevo procedimiento quirúrgico, conocido como Cinta Transobturatriz Masculina (TOT, por sus siglas en inglés), consiste en efectuar una escisión entre el escroto y el año y colocar una malla de polipropileno que eleva la posición del esfínter hasta devolverlo a su ubicación anatómica originaria, lo que le permite restaurar su función reguladora del flujo urinario. El material de esta malla, ya utilizado en intervenciones de incontinencia urinaria femenina con excelentes resultados, tiene la propiedad de no ser rechazable y al cabo de unos tresmeses se va recubriendo progresivamente de tejido del propio enfermo. Según ha explicado Peter Rehder, desde el año 2006 ya se han realizado en el mundo más de 2.000 intervenciones de este tipo, aunque en España son todavía pocos los centros sanitarios que la han implantado. Para los urólogos, la técnica proporciona importantes ventajas en comparación con las existentes hasta ahora, que se basan en comprimir la uretra para que no se produzca el escape de orina. La operación, de apenas media hora y con anestesia local, reduce en un 10% el coste del mecanismo empleado respecto al utilizado con los actuales dispositivos. Como se trata de una técnica mínimamente invasiva, el paciente entra en la unidad de cirugía sin ingreso, suestancia hospitalaria es de unas pocas horas, con el consiguiente ahorro de recursos sanitarios. Tras abandonar el hospital, a las pocas horas, el paciente debe permanecer alrededor de mes y medio sin realizar ejercicio para que la malla se integre y no haya problemas de descenso en la zona de reposicionamiento.