Bronce para las Cortes de León

Los mayores recuerdan que, antiguamente, en la Plaza de las Cortes se instalaban los circos. La urbanización hizo que el céntrico espacio urbano se convirtiera en un agradable lugar para la diversión y holganza de niños y jubilados. Y ahora, sacando el dinero de no se sabe qué escondidos cajones, el Ayuntamiento ha tenido a bien convertirlo en un gran homenaje a las muy democráticas Cortes de León. Juan Carlos Uriarte, escultor de animales mitológicos y pintor de reales puertas, ha sido el encargado de llevar a buen término el encargo, y lo ha hecho a lo grande, con un espectacular mosaico de cartelas desveladoras de los fundamentos de aquellas cortes medievales y alzando una gran estructura que, a forma de moderno rompecabezas, pretende unir a los estamentos que entonces tomaron parte en la creación de la histórica institución. El artista, que ve emocionado cómo otra de sus obras figura en las calles de León, explica su trabajo: «La escultura -dice- realizada en bronce y piedra, consta de dos partes bien diferenciadas. La primera, de catorce metros de longitud y una altura máxima de casi cuatro, nos muestra la recreación del estandarte de Alfonso IX. El símbolo del monarca preside toda la plaza como cabeza legible del conjunto. En la parte trasera, el signum regis del rey, el león, extraído de un documento del año 1229. El rey, y por consiguiente el reino, re yergue como una torre, pero los cimientos que lo sostienen serán los súbditos. Así pues, sobre esas piezas de puzzle, unidas entre sí y que representan a los leoneses del siglo XII, se han escrito parte de los decretos de las Cortes, textos que ofrecen garantías jurídicas, obligaciones y deberes en cuya redacción, por primera vez en la historia, el pueblo ha intervenido directamente». Esto en las alturas, y sirviendo de fondo a una moderna fuente, pero en el suelo de la plaza figuran, a modo de baldosas, treinta y dos piezas de bronce. «Estas losas son -comenta Uriarte- retazos del reino leonés, no sólo del siglo XII sino de todo su devenir hasta hoy. En ellas aparecen innumerables menciones a la Basílica de San Isidoro, a la vida cotidiana de la ciudad en aquel tiempo, a los divertimentos y las costumbres... Figuran también personajes insignes, monumento, en fin, pedazos que ahora son parte de León, que han influido en lo que somos y que, de una manera u otra,, son la herencia que nos dejaron nuestros antepasados». Las navidades son las fechas elegidas para la inauguración de este espectacular monumento que convierte a la plaza de las Cortes Leonesas en uno de los rincones más emblemáticos para la historia de la ciudad.