Ese belén

EL CASTILLO de Herodes está forrado de andamios porque lo van a convertir en parador nacional, la mitad; y en untamiento, el resto; así que la posada han decidido habilitarla como centro de información turística, la mitad; y como museo etnográfico, el resto; todo lo cual obligará a recalificar laboralmente a los pastores en guías, la mitad; y en camareros, el resto. Al corral de las ovejas que está junto al río le están echando encima el ojo los topógrafos (comenta un carretero que mañana será solar recalificado y que quince chalets endosados bien se apañarán allí). Para el campo de golf no hay sitio, pero se arreglarán por ahora con el cabezón de un concejal donde caben quince hoyos y tres agujeros negros, esos que jamás devuelven la luz ni lo que engullen. Y el puente del río, apeándolo, que ya encargamos uno de mucho esparabán a Calatrava. Que llamen también al veterinario y a la autoridad sanitaria, que no pueden andar juntas ovejas, cerdos, patos y gallinas; que echen el alto los guardias a los pastores que llevan corderos al Portal sin vacunar y sin guía sanitaria; y que desparasiten a esos camellos que vienen de lejanías cargados de virus iraníes y sospechas. Ese desvencijado portal que parece ruina con musgo es una vergüenza; que vengan los de Patrimonio, que el alcalde ha mandado cerrarlo con una mampara imitando el vitraleo del Musac con la disculpa de evitarle al Niño las corrientes, pero con el objetivo de cobrar entrada a todo el que quiera ver el misterio, circunstancia aprovechada por la agrupación municipal de panderetas y mandiles para adosarle un kiosko donde venden banderas, pegatinas y consignas de grada. Mucho belén novedoso y mucho contratado de aquella forma: ahí tienen al meanet, que es como el caganet catalán, pero en cazurro, paisano con boina orinando contra el ábside del Portal, como si fuera la Catedral o San Isidoro. A los ángeles les han comprado gualquitolquis. Las lavanderas se han declarado en huelga porque hay tres excavadoras en la orilla para convertir el río en canal de escollera (y reza para que no lo entuben). En fin, el burgomaestre ha asfaltado dos cuartas del camino y no para de inaugurarlo. Y eso que han puesto al lado con muchas luces de neón ¿no es un puticlub?... No, lo parece, pero es una mezquita.