Diario de León

La Policía considera de gran dificultad identificar al ladrón al ser un documento al portador

Denuncia el «robo» de un décimo premiado con el Gordo de NavidadUna tigresa mata a un hombre trasescapar de su jaula en un zoológico

La camarera de un bar coruñés, expendedor del 6381, lo guardaba en el bote de propinas

Sara Fernández, celebrando el sábado el Gordo del sorteo de Navidad

Sara Fernández, celebrando el sábado el Gordo del sorteo de Navidad

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Antonio Ojea - vigo efe | washington

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Sara Fernández, empleada del bar Arco Iris, de Carballo (A Coruña), denunció este martes en la comisaría de la Policía Nacional el robo de un décimo del número 6.381, premiado con 300.000 euros en el reciente sorteo de la Lotería de Navidad, que guardaba en el bote de las propinas. El propietario del bar había repartido 60 décimos -6 series- entre su clientela, de los que se quedó con algunos para él y sus empleados. Sara sospecha que alguien robó el décimo aprovechando el descontrol de aquella mañana. «Ya me dijeron que estas cosas hay que guardarlas en casa, lo que pasa es que yo nunca le di importancia», decía la camarera, que aseguró que había guardado el billete en el interior del bote de las propinas y, cuando fue a buscarlo, después de la fiesta montada en el bar por los clientes agraciados, no pudo encontrar el décimo. Decepción tras la euforia Durante unos días buscó el décimo por si se lo hubiera dejado en otro sitio. Al no encontrarlo presentó la denuncia. Sara Fernández explicaba ayer que el día del sorteo fue avisada por teléfono por el propietario del bar donde trabajaba de que su décimo estaba premiado. «Yo llegué aquí sobre las doce y después de una hora, creo que sobre la una menos cuarto, fue cuando dije, me voy a casa y después ya volveré, pero cuando quise marchar, ya no estaba el décimo», repetía ayer por la mañana Sara, que volvía a su trabajo de camarera en el bar Arco Iris. En su denuncia no ha podido precisar ninguna sospecha, ya que el local «era como una barra libre», corría el cava por doquier y los clientes se servían por sí mismos. Cualquiera pudo haber accedido al bote de las propinas que se encontraba detrás de la barra del bar. Sara pasó en unos minutos de la euforia a la decepción e insiste en que el décimo fue robado, pero no puede sospechar de nadie porque había mucha gente. Los sospechosos Ante esta situación, la empleada del bar Arco Iris se muestra cautelosa ante los posibles sospechosos ya que en el momentos de la celebración del Gordo de Navidad el establecimiento estaba repleto de los «clientes habituales» y de «mucha gente de fuera» que se sumó a los festejos del pasado sábado 22 de diciembre. No obstante, ha recibido algunas esperanzas de la Policía, que podría determinar el poseedor del décimo presuntamente robado cuando se comprueben las series en el momento de ser cobrado, aunque al ser un documento al portador la identificación resultará difícil. El bar coruñés Arco Iris fue uno de los afortunados en el reciente sorteo de la Lotería de Navidad, celebrado el pasado sábado 22 de diciembre; su propietario había repartido 60 décimos -seis series- entre su clientela, pero se quedó con alguno para repartir entre sus empleados. Una tigresa siberiana llamada Tatiana escapó de su recinto del zoológico de San Francisco, en California, y mató a un visitante e hirió a otros dos antes de ser acribillada a tiros por la Policía. El zoológico, que habitualmente permanece abierto 365 días al año, cerró sus puertas tras el accidente, que ocurrió el Día de Navidad por la noche, para que las autoridades investigasen cómo este animal, que pesaba unos 137 kilogramos, pudo escabullirse del sector reservado para felinos una hora antes de que se cerrase el zoológico. Hasta ahora se ha determinado que Tatiana , que ya el año pasado había atacado y malherido a un trabajador del zoo, no salió de su área, que está rodeada por una fosa y un muro de casi 7 metros de altura, por el acceso de entrada o salida. Steve Mannina, portavoz de la Policía de San Francisco, indicó que en su recorrido, el animal atacó primero a un hombre de unos 20 años que se encontraba cerca de la jaula de los felinos y cuyo cadáver fue hallado por los agentes. A unos 300 metros del cadáver, los policías encontraron a la tigresa sentada al lado de un hombre herido que sangraba abundantemente por la cabeza. Cuando Tatiana volvió a atacar a este hombre, los agentes se aproximaron y entonces la tigresa reaccionó avanzando hacia ellos. Seguidamente, éstos dispararon hasta matarla y hallaron a un tercer hombre herido. John Brown, del Hospital General de San Francisco, dijo que los dos hombres heridos se encontraban estables, a pesar de haber sufrido mordeduras profundas de garras en cuello, cabeza, brazos y manos.

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