Diario de León

| Reportaje | Llega el 2008 |

Año nuevo, ¿vida nueva?

En enero baja el consumo de tabaco, sube el de los calditos y la contratación de dietas, los gimnasios viven un buen momento y aumentan los divorcios. Es el momento de cambiar

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Ana Salamanca - madrid
León

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Enero es el mes en el que baja el consumo de tabaco, sube el de los calditos y las dietas, empezamos a pensar en el gimnasio, en salir más y cambiar de hábitos de vida, incluso de pareja, porque aumentan hasta los divorcios. «Año nuevo» sí, pero «vida nueva» no es tan seguro. El cierre del ejercicio es un buen momento para hacer balance de objetivos personales, para comenzar o terminar con lo que no nos satisface. «La gente está motivada para hacer análisis, pensar en cómo ha sido su año y en qué le gustaría cambiar, es un momento de esperanza», dijo la psicóloga Marina Martín-Artajo. «La cuestión es que esos objetivos se suelen desvanecer a la semana siguiente, porque hay mucho optimismo o no son realistas». Dejar de fumar es un clásico en la lista de propósitos del nuevo año, y más desde la ley que bajó los humos a la puerta de la calle en los centros de trabajo. El 30% de la población fuma y un tercio intenta dejarlo cada año. El número de fumadores que deciden abandonar el tabaco se cuadruplica en enero y febrero. En los dos primeros meses de 2007 la venta de pitillos cayó en casi un 20% respecto al fin de año de 2006, pero en marzo repuntó en un porcentaje similar, según el Comisionado para el Mercado de Tabacos. Buen pie y menos barriga El otro clásico es «entrar en el año con buen pie y menos barriga», resume Gregorio Varela, presidente de la Sociedad Española de Nutrición (SEN). La Navidad, explica la psicóloga Martín-Artajo, es una época en la que se cometen todo tipo de excesos, «el tiempo está lleno con las compras, las comidas, los amigos, las fiestas..., y al final te sientes fatal». El optimismo nos lleva a ampliar expectativas, «el cuerpo te pide volver a los hábitos sanos», y «viene bien cargar la cuesta de enero con deseos personales», asegura. Tras este periodo suelen aumentar las consultas de endocrinología y obesidad, afirma Gregorio Varela. «Pero en el control de las dietas, como en el ejercicio físico, el problema es el mantenimiento. Hacemos el esfuerzo inicial, pero dura poco». El abandono es un problema conocido y su consecuencia el «efecto yo-yo». «Cuando uno sube unos cuantos kilos de más, perder tres o cuatro es fácil y rápido. El problema es que lo que vamos a perder es agua y no grasa». Por otro lado, explica, «se cometen errores: hacemos caso a las dietas milagro, que no tienen rigor ni evidencia científica, están asociadas a un mayor riesgo para la salud y lejos de nuestros hábitos alimentarios». El que quiera perder unos kilos -aconseja el presidente de la SEN- debe hacerse un estudio «sobre lo que está comiendo y bebiendo, el ejercicio físico que realiza, y hacer una dieta personalizada, basada en sus hábitos». El ejercicio es otra de las prioridades. «Pensar» en ir al gimnasio, porque la pereza, el frío, ir cubiertos de ropa, suelen retrasar la incorporación. Un 59,6% de los españoles mayores de 16 años hace ejercicio en su tiempo libre, un poco más los hombres que las mujeres, según el INE. En enero se nota el incremento de las matriculaciones, pero poco, la avalancha llega con los primeros rayos de sol, con la «operación bikini». Divorcios Los períodos de alteración de la rutina, como las Navidades y el verano, representan para algunos un punto de inflexión para plantearse metas y realizar cambios importantes. El mayor número de demandas de divorcio, nulidad y separación se producen en el primer trimestre de cada año, según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En los tres primeros meses de 2007, 40.630 demandas, un 8,6% más que el segundo trimestre. Y tras la ruptura se busca cumplir otro de los «nuevos deseos»: salir más y ampliar amistades. En enero aumenta en un 20 ó 30% las personas que acuden a las citas, fiestas, viajes y actividades lúdicas, algunas con niños, señala una portavoz de El Mundo del Single. Más que el deseo de comenzar una nueva relación, precisa, «el propósito es ampliar tu círculo de amigos, conocer a gente nueva y que eso te ayude a cambiar de vida». Y entre quienes buscan pareja, las mujeres comienzan el año más presionadas y más deprimidas que los hombres, según una encuesta de Match.com. En estas fiestas, más de la mitad de las mujeres sienten que les falta alguien a su lado a pesar de haber pasado mucho tiempo con amigos y familia, mientras que la mayoría de los hombres dicen no sentirse así, según los usuarios del portal especializado en la búsqueda de pareja. Tenemos que parar un segundo a reflexionar, sugiere la psicóloga Martín-Artajo. «Este es el momento de hacer balance, pero en cuanto vuelves a la rutina, se te olvida». «Los deseos se desvanecen y hay que refrescarlos», insiste, y su recomendación: «anotarlos en una libreta personal e ir adaptándolos al tiempo real». No hay que divulgarlo a todo el mundo -explica-, porque luego vienen los reproches: «¿no ibas a adelgazar?, ¿no ibas a dejar de fumar?» Son retos y 365 días de tentación. Si no se llevan a cabo es porque no se establece un tiempo realista, según la psicóloga. «Plantearte mejorar tus hábitos de vida, administrar mejor tu dinero, portarte mejor con los tuyos... es una cuestión de un año entero». No me caso Y para propósitos en 2008, ejemplos en Internet: «Leer más», «ir más al cine», «tener más sentido del humor» o «aparentar ser más joven», entre otros. En el primer trimestre del año, el 44% de la población se declaraba «no lectora» y más de un 28% no leía nunca. Del 56% lector, eran más las mujeres que los hombres, según el barómetro de la Federación de Gremios de Editores (Fgee). Entre los espectáculos, el mayor gasto de los hogares va a parar al cine. Enero fue, en el primer semestre de 2007, el mes en el que acudió mayor número de espectadores, 9,8 millones, casi un millón y medio más que en febrero y marzo, según datos del Icaa. Y también deseos desenfadados: «lo que quiero es dejar de pensar que por fin dejaré de fumar, que por fin acabaré las dos puñeteras asignaturas que tengo colgadas, que por fin me va a dar por empezar a hacer deporte... Y sobre todo que a nadie de la familia le dé por preguntarme que cuándo me caso porque si algo me propongo firmemente hacer en 2008 es no casarme tampoco», escribe una internauta.

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