El remedio leonés

Los amantes del mundo de la moto han sido quienes, desde hace ya algunos años, vienen denunciando los perjuicios que presentan los actuales quitamiedos o guardarraíles instalados en las carreteras cuando un motociclista sufre un accidente de circulación. Casto Calle Monasterio es un joven leonés que, consciente de la cantidad de vidas de motoristas que pierden la vida al golpearse contra estos elementos de acero, ha diseñado un sencillo sistema, que bautizado como «Top Gum». Muchos de los accidentes de motos que ocurren en carretera tienen como resultado consecuencias fatales para el piloto y acompañante. El invento de este leonés, mecánico de un taller de motos, consiste básicamente en la reutilización de los neumáticos de turismos cuando éstos se cambian por desgaste. Así, el siguiente paso sería colocarlos en los quitamiedos para recubrir con la goma de los neumáticos los mástiles y las barandas. En el caso de los guardarraíles ya instalados bastaría con hacer un pequeño corte para introducirlo sin que fuera necesario ningún tipo de amarre. Sin duda un sistema sencillo, al alcance de la mano de las administraciones con competencias en la red de carreteras del Estado español. Según su inventor, una de las principales virtudes es que existe una abundante materia prima para la fabricación del «Top Gum», a lo que se añade la simpleza de su colocación, puesto que no supone un coste añadido, ni precisa una cualificación determinada. Casto propone que los operarios que se encargan del mantenimiento de las carreteras y autovías comiencen también a instalar su diseño. Además, asegura que si su invento viera la luz se reducirán los riesgos que supone el almacenaje de neumáticos en vertederos. «Top Gum», ya ha sido registrado en la Asociación Nacional de Inventores y en el registro de patentes. En León, el colectivo Motoclub Virgen del Camino lleva varios años demandando la colocación o sustitución de los guardarrailes por otros sistemas que amortigüen el impacto. En los próximos días, Casto les presentará su invento para que se sumen al proyecto. La idea, explica el inventor, surgió cuando vio cómo en algunos garajes los conductores de turismos habían colocado los neumáticos para envolver las columnas y así no ocasionar ningún «roce» o «golpe» a la carrocería de su vehículo. Reconoce que en los últimos años se han presentado diferentes sistemas con materiales a base de corcho y otras materias primas para recubrir los guardarraíles. Sin embargo, señala que aunque consigan su objetivo de reducir el impacto, su elevado coste impide que se extienda su empleo. Son miles los kilómetros de carreteras en los que desde hace muchos años se empezaron a instalar los quitamiedos. Serían necesarios 400 neumáticos para cada 1.000 metros. Su duración sería de 10 o 15 años, ya que se encuentran expuestos al sol, la lluvia, el calor y el frío. A partir de entonces sería necesario su cambio por otros nuevos.