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Al 35% de las chicas y al 28% de los chicos sólo les preocupa especialmente el peso que tienen | Género | ¿ Con qué frecuencia ve a la familia? |

Un 30% de los niños españoles nocomen nada que no sea de su agrado Una necesidad para la mayoría de los padres El roce hace el cariño

El bocadillo sigue siendo el «rey» en la merienda aunque ha aumentado la ingesta de lácteos

Publicado por
Rafael Herrero - madrid colpisa | madriddata

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La mitad de los niños españoles rechaza lo que le ponen en la mesa y uno de cada tres sólo come lo que le gusta. A esta actitud de singular capricho y rebeldía ante los manjares rutinarios, que contradice los fundamentos de una alimentación equilibrada, se une el cada vez más acrecentado sedentarismo de los menores durante su tiempo de ocio. Los padres cada vez lo tienen más difícil para transmitir hábitos saludables a sus hijos. Ésta es una de las conclusiones más relevantes obtenidas por el Estudio Fundación Sanitas sobre los hábitos infantiles de nutrición y práctica de ejercicio físico, en el que han participado 1.620 familias con hijos de entre seis y 14 años de toda España. En la encuesta han sido entrevistadas 3.240 personas, la mitad madres y la otra mitad niños entre las edades detalladas. Las madres consultadas, de las que un 67% trabaja fuera de casa, concluyen que el principal problema para fomentar una alimentación sana en sus hijos estriba en la dificultad para conciliar la vida laboral y personal. El 88% de las madres coinciden en que los hábitos de cocina han cambiado mucho en los últimos años. Preocupación por el peso El 28% de los niños encuestados afirma que le preocupa el peso que tiene, un porcentaje que aumenta en el caso de las niñas hasta el 35% y conforme avanza la edad. Un 54% dice no preocuparse nada por este asunto. Las decisiones sobre lo que se come parecen estar cada vez más en manos de los hijos, una tendencia que se incrementa a medida que se hacen mayores frente a la dificultad de los progenitores para reconducir la situación. Un 30% de los niños asevera no comer nada que no le guste y a casi la mitad de ellos no les preparan nada que no les guste, cifra que casi se multiplica por dos cuando el grupo analizado está entre los 12 y 14 años. Mientras que el 64% de las madres cree que se debe educar para que los niños coman de todo y el 40% afirma que sus hijos así lo hacen, sólo un 10% de los niños encuestados confiesa que le gusta todo lo que le preparan. Cuando los padres se enfrentan a la negativa de los niños a comer lo que les ponen en la mesa, un hecho que sucede en el 49% de las familias sondeadas, las reacciones de los padres son múltiples. Un 38% opta por el «no te levantarás de la mesa hasta que te lo hayas terminado todo», cerca de un 15% cede o le prepara otra cosa y un 20% utiliza diferentes 'trucos': desde pasar por dejarles comer menos cantidad hasta sustituir una comida por otra o incluir un premio del gusto del niño como incentivo. A pesar de la importancia que los expertos en nutrición otorgan al desayuno, del 98% de los niños encuestados que dice desayunar en casa la inmensa mayoría (un 75%) sólo toma leche o esta bebida con cacao (45%). El 14% de los menores afirma desayunar algún producto de bollería industrial. A media mañana, en el colegio, triunfa el bocadillo (63%) seguido muy de lejos por los zumos (22%). La fruta sólo está presente en un 11% de los casos. La merienda de la tarde, que la mayoría realiza en casa, es más popular que el desayuno a media mañana, un 93% frente al 81%, sobre todo cuando son pequeños. El bocadillo (64%) sigue siendo el rey y aumenta el consumo de lácteos (40%) y de bollería (35%). La fruta (16%) sigue siendo una de las meriendas menos apreciadas por los más pequeños. A la hora de la compra, aumentan los productos congelados y precocinados frente a los frescos entre las preferencias de las madres, mientras que los alimentos que más suelen pedir los niños son los dulces, encabezados por las famosas chucherías con un 57%. Entre los alimentos menos apreciados por los menores se encuentran las verduras; y entre las más detestadas, las acelgas, las espinacas y la coliflor. Los padres, además, contribuyen a saciar los gustos de sus pequeños, como lo demuestra que el 84% afirma tener siempre a mano galletas rellenas, un 38% bollería industrial y un 35%, chocolate. El ejercicio físico es percibido por los progenitores como una necesidad para sus hijos. El 72% de los niños va andando al colegio, el 86% afirma realizar algún juego activo durante el recreo (fútbol o baloncesto) y el 31% practica diferentes deportes durante la semana como actividad extraescolar. En casa, por las tardes, el deporte o el juego activo se ven superados por actividades más sedentarias, como ver la tele (84%) o hacer los deberes (80%). Cuando la familia realiza una actividad conjunta, la práctica de ejercicio físico o de juegos que impliquen movilidad, como realizar excursiones fuera de la ciudad o ir al parque a pasear, se ven superadas por ver juntos un DVD o actividades como ir de compras o al supermercado (67%). Un 24% de los niños reconoce salir a comer fuera, normalmente a establecimientos de comida rápida, los fines de semana. El juego activo en el tiempo libre decrece con la edad. Los niños de entre seis y ocho años son los que más juegan en los parques Algo más de una quinta parte de los españoles ve diariamente a sus familiares, porcentaje que se incrementa en el caso de extremeños y andaluces, mientras que un 2,4 por ciento confiesa no reunirse nunca con sus parientes cercanos, sobre todo en el caso de castellanomanchegos y canarios. Estos son algunos de los datos que se reflejan en la «Encuesta de condiciones de vida 2006», elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que analiza la frecuencia con la que los adultos españoles se reúnen con los familiares que no viven en su mismo hogar, así como con sus amigos. Lo normal es que los españoles vean al menos una vez a la semana a su familia, y así lo hace el 40,1 por ciento de los encuestados por el INE, cifra que se eleva en el caso de los ciudadanos de Canarias (48,9 por ciento), Aragón (45,8 por ciento) y Baleares (45,3 por ciento), y que disminuye en Ceuta y Melilla (27,7 por ciento), Andalucía (34 por ciento) y La Rioja (35,5 por ciento). Otro 13,4 por ciento se reúne con sus parientes al menos una vez al año, más en el caso de riojanos (19,5 por ciento) y aragoneses (17,2 por ciento), y menos con los extremeños (8 por ciento) y los cántabros (9,5 por ciento). El polo opuesto También hay un 2,4 por ciento de españoles que no ve nunca a sus familiares, situación que se agrava con la distancia, como ocurre en las dos ciudades autónomas (10,2 por ciento) y en Canarias (4 por ciento), además de en Castilla-La Mancha (4,6 por ciento). En cambio, la media baja en comunidades como Asturias, donde sólo el 1,1 por ciento dice no reunirse nunca con sus parientes, o Extremadura, con el 1,2 por ciento, y Galicia (1,3 por ciento). Sobre las personas queridas que no pertenecen a la familia, castellanoleoneses y andaluces son quienes más cultivan las amistades, porque dicen ver diariamente a sus amigos el 41,4 y el 34,2 por ciento de ellos, respectivamente. Quienes menos ven a sus amigos son los que viven en grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, ya que sólo alrededor del 18 por ciento de los habitantes de estos lugares les pueden ver a diario. Y en el caso de Ceuta y Melilla, con el 22,9 por ciento, y de Canarias, con el 15 por ciento, sus habitantes no ven nunca a sus amistades. Lo más habitual es que los españoles se reúnan al menos una vez a la semana con sus amigos, con variaciones que van desde el 24,6 por ciento de ceutíes y melillenses hasta el 45,9 por ciento de baleares, aunque la media se sitúa en el 39 por ciento.

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