Diario de León

Los estudios apuntan que el 38,5% de los españoles dejan de ser vírgenes entre los 15 y los 19 años

Se incrementan en España las operaciones para reponer el himen

Las intervenciones, muy sencillas, duran apenas media hora y cuestan entre 600 y 3.000 euros

La corriente cultural que lleva a las mujeres a reponerse el himen también es violencia machista

La corriente cultural que lleva a las mujeres a reponerse el himen también es violencia machista

Publicado por
Carlos Mínguez - madrid
León

Creado:

Actualizado:

El himen, esa membrana que si llegaba intacta al matrimonio era símbolo de pureza y certificaba la «honradez» de una mujer, como antaño decían nuestras abuelas, puede ser restaurado con una pequeña intervención quirúrgica que en los últimos años ha devuelto la virginidad perdida a muchas mujeres. Una práctica tan antigua como universal y que era una de las muchas «habilidades» de esa vieja alcahueta, meretriz en la juventud, que es Celestina, el personaje creado por Fernando de Rojas a finales del siglo XV. La operación, de apenas media hora de duración, se practica con anestesia local y no requiere hospitalización. Por ella hay que pagar entre 600 y 3.000 euros. Mujeres de raza gitana o de religión musulmana, culturas en las que llegar virgen al matrimonio es todavía hoy una costumbre ancestral y una obligación, aunque sólo para ellas, son, en un 95% de los casos, según la ginecóloga Otilia Martín Crevillén, las principales demandantes de esta cirugía. Mujeres de entre 20 y 24 años, y en el caso de las gitanas todavía más jóvenes, que se ven obligadas a recurrir a esta «trampa» ante el temor a ser rechazadas por quien se convertirá en su esposo o por sus propias familias, que entienden la virginidad como un bien de alto precio. Martín Crevillén, que realiza unas 50 himenoplastias al año, restauró el primer virgo en 1993. «Antes no existía demanda. Se ha incrementado con el aumento de la población inmigrante. Si se realizaba alguna era de forma silente», relató. Motivos religiosos Por la consulta madrileña de la doctora María Jesús Barba, especialista en cirugía cosmética, pasan todos los años, y desde hace diez, unas quinientas mujeres que por motivos religiosos o socio-culturales necesitan ir «puras» al matrimonio, casi siempre concertado por unos padres que nunca aceptarían lo contrario. Pureza que ha dejado de preocupar a las nuevas generaciones de españoles, que según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) se inician en el sexo a una edad cada vez más temprana. Según el estudio «Fecundidad y valores en la España del siglo XXI», elaborado por el CIS en 2006, el 38,5% de los españoles dejan de ser vírgenes entre los 15 y los 19 años, y el 33,9% entre los 20 y los 24. Sólo el 12,7% vivió su primera experiencia sexual entre los 25 y los 29. A conclusiones similares ha llegado la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS), que en un estudio de 2005 certificaba que el 6% de los españoles mantiene su primera relación sexual antes de los 14 años, el 39% entre los 14 y los 17 y el 30,3% entre los 18 y los 19. «La virginidad ha dejado de ser un tabú. Sólo se mantiene intacto en algún círculo social cerrado», dijo el doctor Carlos San Martín Blanco, secretario general de la FESS. «La sexualidad -recalca- ya no es un valor estigmatizado por el pecado». Los españoles vivimos de forma «más positiva» nuestra sexualidad, «lejos de la rigidez» de cánones sociales e imposiciones vigentes hasta no hace mucho tiempo. «Las españolas -apunta el doctor San Martín- ya no conciben la virginidad como una ofrenda. PERSONAS QUE VIVEN SU PRIMERA EXPERIENCIA SEXUAL ENTRE LOS 25 Y LOS 29 AÑOS

tracking