Los actuales escarabajos ya poblaban la Tierra hace más de 140 millones de años
La revista Science publica las conclusiones de un estudio realizado por un equipo internacional de científicos, dirigido por Alfried Vogler, del Museo de Historia Natural de Londres, en el que han colaborado investigadores del CSIC, en el que se revela que los principales escarabajos que pueblan la Tierra en la actualidad ya existían desde hace más de 140 millones de años, al final del Jurásico. Los resultados son fruto de un trabajo desarrollado durante la última década en el citado museo, y ponen de manifiesto, a su vez, que no parece fácil identificar una única razón por la que los coleópteros han llegado a ser el grupo más diverso en la actualidad. Según Ignacio Ribera, del Museo Nacional de Ciencias Naturales (Madrid), y uno de los autores del estudio, «el éxito de los escarabajos se debe a que mientras los dinosaurios se extinguieron al final del Cretácico, ellos superaron la crisis que afectó a muchos grupos y siguieron diversificándose hasta ahora». Más de una cuarta parte de todas las especies conocidas son escarabajos, unas 400.000, aunque se estima que el número real, es decir, incluyendo las que todavía no se han identificado, podría ser de entre uno y cinco millones. Cada año se describen cientos de especies nuevas, no sólo en las selvas tropicales sino también en Europa, y, sobre todo, en la Península Ibérica y otras zonas del Mediterráneo. La explicación tradicional del enorme éxito de los escarabajos se relaciona con la aparición de las angiospermas, las plantas con flores, lo que les proporcionaría una gran variedad de ambientes y recursos para su diversificación. El estudio plantea, no obstante, que hay muchos grupos de escarabajos que no están asociados a las plantas. «Tampoco parece que haya linajes de escarabajos que hayan experimentado una diversificación masiva en una época reciente, y las tasas de especiación que se deducen de nuestros resultados no son mayores que las inferidas para otros grupos de organismos. La clave, por el contrario, parece estar en la antigüedad y la persistencia de los grandes linajes de coleópteros», detalla Ribera. La gran diversidad de especies de escarabajos se traduce también en su enorme diversidad ecológica y morfológica, ya que pueden comer casi toda clase de materia orgánica y habitar en cualquier entorno. Además, aunque causan muchas de las peores plagas de cultivos y bosques, también son beneficiosos ya que contribuyen a polinizar muchas especies, a mantener ecosistemas y para luchar contra plantas invasoras.