El presidente del COE, Alejandro Blanco, niega haber sido presionado para dar marcha atrás
El rechazo político y popular motiva la retirada de la letra del himno
El proyecto queda aparcado hasta después de los juegos de Pekín, aunque cunde el desánimo
No había otra salida. El himno de España se ha quedado sin letra como consecuencia del amplio y creciente rechazo político y popular generado desde que el pasado viernes el diario ABC desvelase el texto elegido por el jurado propuesto por el Comité Olímpico Español (COE). El presidente de este organismo, Alejandro Blanco, confirmó ayer la retirada de la polémica letra compuesta por el manchego Paulino Cubero por la «falta de consenso y unión» entre la clase política y la ciudadanía. «No podemos sacar una letra en contra de la opinión mayoritaria de la gente. Las críticas han sido fuertes y no era bueno seguir por este camino», reconoció el máximo dirigente del COE. Alejandro Blanco prometió, sin embargo, que no abandonará, «mientras viva», su iniciativa de que el himno nacional tenga una letra, «aunque deberá de unir más que separar». «Puede ser que no encontremos nunca una letra, pero esta iniciativa, que es buena para el deporte y para España, estaba, está y estará», aseguró el dirigente, que no oculta sentirse «decepcionado» y estar viviendo «un momento muy duro». A pesar de la oposición de todos los partidos -con el Gobierno a la cabeza- a la letra ganadora, que tampoco había sido bien acogida por los deportistas, Alejandro Blanco negó haber recibido presiones políticas para dar marcha atrás en su idea, al igual que desmintió que Plácido Domingo se negase a estrenar el himno en la gala del COE que iba a celebrarse el 21 de enero y que ha sido suspendida. La viabilidad de este proyecto que ha quedado aparcado, al menos hasta después de los Juegos Olímpicos de Pekín, no invita sin embargo al optimismo. El próximo martes el Comité Ejecutivo del COE debatirá el futuro de la fracasada iniciativa, pero los miembros del jurado coinciden en señalar que «será muy difícil», por no decir imposible, encontrar una letra que no hiera sensibilidades ni provoque controversia política y social, mientras el máximo organismo olímpico recuerda que aparte de que este año se celebra la cita olímpica, el momento no es el adecuado dada la cercanía de las elecciones del 9 de marzo. También lamentó Alejandro Blanco, que ha decidido rectificar, entre otras causas, para evitar un distanciamiento de la sociedad con los deportistas por una letra que no sintonizaba con la opinión pública, que se filtrase antes de que Plácido Domingo la diese a conocer al mundo el día 21. Incluso anunció que el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, había dado su aprobación al proyecto y estaba interesado en que el COE le enviase la letra «para aprendérsela». Alejandro Blanco también tuvo un recuerdo para el autor, que no obtendrá ninguna compensación económica, ya que los derechos de su letra habrían pertenecido al Estado.