Las mutaciones genéticas determinaron en la década de 1960 la «revolución verde»
¿Por qué en la década de 1960 aparecieron nuevas variedades agrícolas de crecimiento más rápido y más productivas? La respuesta ha tardado cuatro décadas en conocerse gracias a una investigación de un equipo del Centro Nacional de Biotecnología (perteneciente al CSIC), que ha descubiertomecanismo de los genes cuyas mutaciones fueron responsables de la llamada «revolución verde». La investigación, que aparece publicada en la revista Nature y ha sido dirigida por Salomé Prat, permitido determinar el mecanismo de acción de una proteína denominada DELLA, cuya función es clave en la regulación del desarrollo vegetal pues reprime la señal de las hormonas giberelinas y, de este modo, bloquea el crecimiento de la propia planta. Las mutaciones de los genes DELLA fueron la causa del citado fenómeno de los años sesenta del siglo pasado. «Si la planta no sintetiza giberelinas, en el núcleo de cada célula se acumulan las proteínas represoras DELLA que actúan como un lastre o freno sobre otras proteínas. En concreto, su función consiste en impedir la correcta actividad de los promotores del crecimiento, como el factor de transcripción PIF4, que también está regulado por la luz», explica Prat. El estudio, realizado en Arabidopsis thaliana, permite comprender cómo una planta es capaz de integrar las señales endógenas de las giberelinas y las ambientales, como la luz, y traducirlas en una respuesta fisiológica, como el crecimiento del tallo, el desarrollo de una flor o la germinación de la semilla. El factor de transcripción PIF4, que integra la regulación de la doble señal hormonal y lumínica, se acumula en la oscuridad en los brotes de semillas recién germinadas bajo tierra. Su acción provoca que el tallo crezca rápidamente hasta alcanzar la superficie iluminada, donde la luz lo desactiva. Las proteínas DELLA participan también en este proceso, de modo que aseguran que el crecimiento del tallo, la floración y la germinación tengan lugar en la estación y entorno adecuados. El hallazgo podría servir también para obtener árboles que no requieran ser plantados en entornos sombreados, con el objetivo de que su tronco sea más largo y sin ramas.