España duplica la cifra de médicos odontólogos que aconseja la OMS
España casi duplica la cifra de odontólogos recomendados por la OMS -uno por 3.500 habitantes-, un exceso de profesionales que se acrecentará en los próximos años con la llegada de entre 5.000 y 10.000 dentistas de los nuevos países miembros de la Unión Europea. Además, la actual tasa de desempleo de los dentistas supera el 10 por ciento, a consecuencia del crecimiento «indiscriminado» de facultades en los últimos años, ha indicado a EFE el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Odontólogos y Estomatólogos de España, Alfonso Villa Vigil. En total, existen diecisiete facultades, de las cuales once son públicas y seis privadas. En coincidencia con la Festividad de Santa Apolonia, patrona de los dentistas, que se celebra hoy, Villa Vigil ha criticado la «irresponsabilidad» y la «insensatez» de las Universidades públicas y privadas por la «falta de control» del número de alumnos, y ha precisado que «una Facultad privada de Madrid tiene tantos alumnos como ocho públicas». Villa Vigil ha pronosticado además la llegada de entre 5.000 y 10.000 dentistas en los próximos años, procedentes de diversos países de Europa central y oriental, que también cuentan con un elevado número de profesionales, con una gran capacidad para aprender idiomas. Ha estimado que hay que mentalizarse para «una verdadera invasión de odontólogos» de estos países en el futuro y ha recordado que «los españoles también pueden emigrar a otros sitios». Tras lamentar la «descoordinación» entre las necesidades sanitarias y las Universidades, el presidente del Consejo ha señalado que, en estos momentos, hay más odontólogos de los que hacen falta, unos profesionales que «no se pueden reconvertir ni en médicos, ni en enfermeras». En la actualidad, hay casi dos odontólogos donde se necesita uno, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda uno por cada 3.500 habitantes para niveles de salud bucodental como los de España, donde hay 24.500 dentistas, es decir, uno por 1.800 habitantes. Su única salida es que les contraten en unas clínicas «en un régimen de explotación flagrante» o que sus familias les paguen unos estudios de máster valorados entre 20.000 y 30.000 euros,