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Diseñadora leonesa

«La imagen es importante pero hay cosas interiores mucho más ricas»

La diseñadora leonesa vuelve a Cibeles por quinta vez para presentar su nueva colección, Mantis, inspirada en los insectos y en la obra del pintor Ramón Villa

María Lafuente, durante la entrevista concedida a Diario de León

Publicado por
Pacho Rodríguez - madrid
León

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De niña, María Lafuente, sin miedo, al contrario: enamorada del folio en blanco, era de mucho dibujo y poco texto. Todo personaje que aparecía en aquellos papeles, lo hacía vestido a conciencia por aquella creadora en ciernes. Pasó por el trámite de hacerlo a escondidas, cuando las decisiones de futuro pasan por convencionalismos. No es lo mismo apostar por diseñadora que, por ejemplo, empresariales. Pero no cejó en su empeño y el éxito que sirve para convencerse a uno mismo le llegó fuera de España. Después pasaron unos cuantos años y ahora cuenta hasta cinco los que lleva como habitual en Cibeles, ese gran escaparate en el que la moda es arte y parte de la sociedad. María Lafuente, leonesa de Grado (Asturias) comparte esa mezcla explosiva y exquisita que se da en muchos asturleoneses y viceversa. A día de hoy, la diseñadora leonesa cree que existe un proyecto interesante para poner en su sitio la moda de Castilla y León. Si mira a Galicia ve que están por delante, pero que aún hay tiempo. Mucho más que el poco que queda para que hoy se levante el telón de su propuesta para Cibeles 2008, una colección que lleva el nombre de Mantis. No habrá dormido. Y durante el desfile, y en los minutos previos, promete, como siempre, convertirse en algo parecido a: María Lafuente, una mujer al borde de un ataque de nervios de alta costura. -¿Cómo se siente a escasas horas de que su trabajo sea visto en una plataforma de tanta repercusión mediática como es Cibeles? -Bien, con confianza. Aunque las personas que nos dedicamos a algo creativo solemos ser exigentes e inconformistas con nuestro trabajo. Aspiro, evidentemente, a que guste. Y también sé que eso no puede pasar con todo el mundo. Sí estoy con el ánimo de que se entienda el desarrollo de lo que he hecho. O el concepto filosófico de todo el trabajo. -¿Y cómo lleva que ese trabajo concienzudo de meses se exponga en media hora? -Serán sólo quince minutos para que se vea un trabajo de mucho tiempo. Yo, directamente, el día antes ya no duermo. Forma parte de un modo de vida. -Es su quinta presencia en Cibeles. ¿Siente algo especial? -Es una cifra bonita, ¿no? Hay toda una evolución de mi trabajo. Se puede ver el desarrollo de la gama de colores, patrones, texturas¿ Además del contexto artístico y estético que se busca en cada colección. Y siempre, yo creo, dentro del conjunto de la evolución de lo que he venido haciendo durante años. Al final, la evolución depende de lo que le rodea a uno. Puede notarse levemente o puede que se rompan moldes. -¿Cómo recuerda la tensión del año 1 de María Lafuente en la capital? -Para mí era uno de mis sueños. Quizá el más marcado que tenía desde que comencé en la moda. Tenía bagaje internacional, incluso premios, pero estar en Madrid era como estar en casa y conseguirlo, un privilegio. -¿Existe el desfile soñado? -Soy muy soñadora. Pero al igual que sueño con animales, o con imágenes bellas, colores o paisajes, también me pasa que sueño que va a comenzar el desfile y me falta la ropa, los zapatos o me pierdo yo... Estoy contenta con lo que he podido desarrollar desde el punto de vista artístico y estético que vivo en este momento. -¿Antes del desfile hay alguna superstición? -Yo no soy maniática. Diez minutos antes no tengo que hacer nada predeterminado. Te puedo contar que en el último desfile no me dio tiempo a nada. Sólo me empeñé en que al menos me iba a poner los zapatos nuevos, que eran míos. No me dio tiempo a cambiarme. En esos momentos el tiempo no existe. -Y cuando se apagan las luces, ¿qué siente? -Cuando terminas, después de un tiempo largo en el que depositas tus energías en un proyecto, sí notas ese bajón. El día en sí, no, pero al día siguiente¿ Notas un vacío y empiezas a pensar qué le habrá parecido a la gente. Esto sí es un poco montaña rusa. -¿Se puede decir que en España hay cultura de moda? -Sí me atrevo a decir que debería haber más cultura de moda, con más información y nociones. Podría haber, se me ocurre, una asignatura que abordara la historia del traje. -¿Galicia es una buena referencia? -En Galicia se apostó fuerte y hay una gran cantera de diseñadores y de empresas. La verdad es que son un ejemplo. -¿Castilla y León está muy lejos de ese modelo? -La moda de Castilla y León es más joven. Pero ahora hay un gran apoyo por parte de la Junta y la propuesta es muy interesante para acercarnos a empresas y que se creen sinergias en el sector. Es muy importante insistir en la posibilidad de crear mercado en el extranjero. -¿Cuál es su idea creativa? -Hay muchas cosas de mi faceta estética que están definidas y que se repiten aunque cambies el tejido y el patrón. Hay una parte romántica y soñadora, y también rebelde, que está presente en mi trabajo. Ya que tengo la posibilidad de mostrar parte de lo que soy, mi universo también es la confortabilidad y la calidad de los tejidos. Y sobre todo, me importa que la mujer esté guapa y que se encuentre bien. -¿Somos esclavos de nuestra imagen? -La imagen es importante pero en la vida hay cosas interiores mucho más ricas. -¿Cuál es el despliegue que necesita para un día como el de hoy en Cibeles? -Unas veinte personas. Son muchos aspectos los que hay que tener a punto. Es un equipo de máxima confianza. Y me gustaría destacar la presencia de Manuel Batista, que colabora como estilista, como amigo y como un profesional excepcional que conozco desde hace diez años. Es un orgullo que esté, y más teniendo en cuenta circunstancias personales suyas. -¿Se la juega uno mucho en Cibeles? -Vas con el ánimo de que la gente con la que conectas tenga buenas sensaciones. Que perciban el desarrollo de todo el conjunto. Yo soy optimista por naturaleza y no pienso en posibles fracasos. Prefiero pensar en la repercusión que puede tener que vean tu trabajo. Me ha llegado a pasar que luego ves tu trabajo, por ejemplo, en el Vogue de Taiwan. -¿Usted donde compra su ropa? -Voy de mi misma casi en todo. ¡Voy de María Lafuente!.