A pagar el fuego todos

Cualquier inauguración puede ser un buen principio. Por ejemplo, al alcalde de la capital, Francisco Fernández, se le ocurrió que el estreno de ayer del nuevo camión de Bomberos era una buena plaza para recordarle a la Diputación que la capital paga en solitario «5 millones de euros al año» por el servicio de extinción de incendios, cuando «el 25% de los servicios se producen fuera de la capital». Si las actuaciones tuvieran que ser sólo para la ciudad y sus tres pedanías, «con alrededor de 3 millones de euros y un 60% de la capacidad actual bastaría», pero para eso la administración provincial, «después de más de 20 años, debe dar una solución al problema», que al margen del dinero se traduce en que «los tiempos y distancias son más largos de lo que debieran», con «promedios de 50 minutos en la respuesta». En espera de que los responsables de la Diputación no pasen palabra, el acto se entretuvo en ver el funcionamiento del camión autoescala: alcance de 32 metros -«10 pisos con comodidad», comprometió el concejal del área, Agustín Pérez Lamo-, controles informatizados, rapidez en el despliegue y tolerancia a la inclinación de 17 grados. Total: 500.000 euros de inversión y el propósito de «intentar vender la que se sustituye», según apuntó el edil socialista, quien calculó que el servicio cuenta con «14 vehículos». Para demostrar las cualidades del nuevo instrumento tres de los concejales se subieron a la autoescala con la plaza de Regla como decorado. Pérez de Lamo disfrutó el viaje, María Rodríguez, edil de Comercio y Juventud, casi no notó el ascenso, y Javier Chamorro se agarró al barrote de la caja para no caerse.