Comer en León como en el cielo

Jornadas del Conde Luna Amigos gastrónomos, la Cuaresma ya no es lo que era. Antiguamente, ayunos y abstinencias, sopas, caldos, bacalao y huevos cocidos, tristeza y hambre. Pero hoy en día, sin necesidad de bulas, podemos permitirnos las delicias de la buena mesa, siempre dentro de un orden, que para avisarnos de lo efímero de la existencia hemos pasado recientemente por el Miércoles de Ceniza, y ya las calles de León están plagadas de carteles anunciando la Pasión. Pues bien, en estos días felices se febrerillo el loco, en esta ocasión con el sonsonete electoral de fondo, comienzan las muy típicas y sabrosas Jornadas de la Cocina Leonesa, en el Mesón del Conde Luna. Catorce años llevan los ilustres cocineros de la casa rastreando los fogones de la provincia, escarbando en la memoria de los cocineros y las cocinera de León, para preparar cada año una carta un poco más extraordinaria que la del anterior. Algunos de las platos se han convertido ya en clásicos y son inamovibles, como Los Mejillones al estilo del Barrio Húmedo, el Cazuelo de sopa con mánfanos y truchas, los huevos rotos con morcilla, la Merluza con curscurriños, el Guiso de morcillo de jato montañés, la Crema de cuajada con castañas y frutas o el celebérrimo Postre que le sirvieron al Obispo de Astorga, un dulce que los habituales conocen y piden y cuyo secreto no vamos a desvelar para que los que se incorporen a estas jornadas tengan también su correspondiente sorpresa. Pero hay muchas más cosas y todas tan leonesas como sabrosas: Fréjoles del convento, Prigüela de arroz con pichones, Bacalao a la cepedana, Lomo de lechazo churro con tronchones, Chuletón de La Valdería con hongos del teleno, Flores de antruejo con crema de limón, Cortadillo de La Bañeza con mantecado¿ o los deliciosos quesos de León con dulce de membrillo y puré de manzana. oda una aventura gastronómica por los mejores sabores, aromas y texturas de la cocina leonesa en un comedor con todo el encanto de la tradición. Pregón de Semana Santa en La Bañeza Santiago Carrizo Villadangos regresó, tras 39 años de párroco, a la iglesia de Santa María, esta vez para anunciar la conmemoración de la pasión y resurrección de Cristo. Tuvo un especial recuerdo para Amable Martínez, informa A. Domingo .