El sistema ofrece una clasificación de las especies en función de su potencial de crecimiento
Un modelo matemático optimiza la alimentación de peces en acuicultura
Su aplicación evita extraerlos del agua para pesarlos o hacer muestreos periódicos
Investigadores del Instituto de Acuicultura Torre de la Sal (Castellón), perteneciente al CSIC, han patentado un modelo matemático que permite obtener datos sobre el peso y el tamaño de los peces, lo que acelera la toma de decisiones sobre las estrategias de alimentación de los peces cultivados en piscifactorías. Ofrece una clasificación de las especies en función de su potencial de crecimiento y se desarrolla a partir de imágenes captadas por un monitor ubicado en la instalación. Su aplicación evita extraer los peces del agua para pesarlos o realizar muestreos periódicos, lo que puede provocar debilidad inmunológica en los animales. Según Juan Antonio Rielo, responsable del estudio, «la aplicación del modelo reporta beneficios medioambientales, dado que permitiría reducir las perdidas de pienso no consumido y la producción de heces que contaminan el fondo marino». Además, al limitar el consumo de pienso, se ejerce menor presión sobre las materias primas que se utilizan para fabricarlo. También se ha referido al ahorro en los gastos de cada explotación asegurando que los beneficios económicos del uso del modelo pueden llegar a suponer un ahorro mínimo del 5% en alimentación. Las imágenes de los peces se toman mediante un equipo de fotografía o vídeo, al que se instala el software que ejecuta este modelo matemático que permite obtener información sobre los peces sin necesidad de extraerlos de su hábitat natural, ya que se ubica en la propia explotación piscícola. Desde el Departamento de Comunicación del CSIC se indica que gracias a este equipo se podría optimizar el suministro de pienso, además de evitar los habituales trabajos de pesaje y medición para la clasificación de peces durante el cultivo. Asimismo, se superan las limitaciones de los actuales muestreos periódicos de las poblaciones de peces, con el consiguiente estrés al que se los somete, que igualmente conlleva la pérdida de un día de alimentación y un mal aprovechamiento metabólico del alimento durante uno o dos días más, colocando a los animales en estados de debilidad inmunológica. Toma de imágenes El modelo matemático, basado en múltiples ecuaciones alométricas, debe ajustarse a cada especie. Según Rielo, «la alometría permite relacionar la magnitud de ciertas partes del cuerpo respecto al tamaño del pez objeto de estudio (crecimiento relativo). Los datos suministrados permiten diseñar la mejor estrategia de alimentación de los peces, conforme a sus necesidades energéticas derivadas del potencial de crecimiento que se registra». El monitor se dispondría sumergido o semisumergido en el estanque o jaula mediante un anclaje o puede dejarse flotando en una deriva controlada. La toma de imágenes se inicia con la activación de fotodetectores al paso de los peces y son enviadas a un sistema informático. Un operador marca ellas puntos en accidentes anatómicos concretos y el monitor clasifica a cada animal en función de si su ingesta de alimento debe aumentarse, disminuirse o mantenerse en función de su potencial de crecimiento al compararlo con un modelo de crecimiento de referencia incluido en el dispositivo. El núcleo del dispositivo puede estar integrado dentro de una carcasa que puede diseñarse de diversas formas para adecuarse al tipo de infraestructura de la piscifactoría o en función de la estabilidad hidrodinámica frente a las corrientes marinas y oleaje.