Pérez Pereira se bebe el mundo Gancedo, el triunfo de un viticultor

Es el año de Raúl Pérez Pereira, no cabe duda. A su 35 años, el joven y genial enólogo berciano acaba de dar un giro a su carrera y una reorientación a su actividad en torno al vino. Los éxitos son apabullantes. Primero fue elegido enólogo del año por Matador , la exclusivísima revista española de alcance internacional que fija criterios clave sobre ocio y tendencias. Ayer, que se encontraba en Galicia cuando se hicieron públicas las puntuaciones de Robert Parker, primera referencia mundial en la materia, su teléfono se colapsó con llamadas desde Estados Unidos y desde distintos puntos de Europa. Dos vinos habían conseguido 98 puntos sobre 100. Jamás un vino del Bierzo había llegado a cotas tan altas. Del Bierzo y de Ribeira Sacra, porque se trata de dos mencías acogidos a esas denominaciones: Ultreia de Valtuille y El Pecado, ambos del 2005. Más aún, porque con 97 y 93 puntos aparecen los A Trabe tinto y blanco que elabora en la localidad fronteriza entre España y Portugal que lleva ese nombre y que está muy cerca de Verín (Ourense). Con 93 puntos también el Sketch, un albariño que hace en Meaño (Pontevedra) y que tiene la particularidad de que durante meses permanece sumergido en el mar, anclado a la base de una batea, a veinte metros de profundidad; 93 y 91 puntos suman además los Leirana barrica y joven, también albariños, y las mismas puntuaciones, o sea, 93 y 91, obtienen los Goliardo blanco (treixadura y otras) y tinto (caíño), fruto del proyecto que comparte en A Trabe. Y 93 puntos obtiene también el Ultreia Saint Jacques, un mencía berciano joven de apenas cuatro euros la botella, pero ya agotado. La cata ha sido realmente extraordinaria para los vinos bercianos en general, lo que demuestra su pujanza en el mercado norteamericano y su ajuste a las preferencias de esos consumidores. Otros dos mencías de peso histórico, el Paixar 2005 (Luna Beberide, los hermanos Alberto y Eduardo García y Gregory Pérez) y Las Lamas (Descendientes de J. Palacios) alcanzaron los 94 puntos, y 93 logró el Paixar 2003. Del examen de Robert Parker se pueden sacar otras conclusiones valiosísimas para el vino del Bierzo. Por ejemplo, el sonado triunfo de un concepto diametralmente distinto al convencional. En su primera participación, Ginés Fernández (Bodegas Gancedo, Quilós) ha causado una convulsión con los 94 puntos del Ucedo 2004, los 93 del mismo vino pero del 2005 y la misma puntuación para el Xestal del 2003. El Ucedo sale este año al mercado y lo hace, pues, con todas las bendiciones. Es el triunfo de un viticultor orgulloso de su condición y de una bodega estrictamente familiar cuya producción apenas supera las 27.000 botellas. Las expectativas de Ginés con el Ucedo apuntan todavía más alto: «Es un vino para 95 o incluso 96 puntos, y lo vamos a ver los próximos años», asegura. En la franja de los 90/91 puntos hay varios vinos bercianos, pero deben destacar los 91 conseguidos por un prieto picudo en su primer años en el mercado, el Leione de Dominio Dostares.