Sin invitación, pero violentos
Cientos de adolescentes que se presentaron a una fiesta particular a la que no habían sido invitados después de que se anunciase en Internet y por radio causaron este fin de semana destrozos por valor de miles de libras. Los jóvenes acudieron en masa a una residencia privada del municipio de Bovey Tracey, en el condado inglés de Devon en la que una joven llamada Sarah Brooks estaba celebrando su 18 cumpleaños. La BBC, a la que los dueños de la casa culparon de lo ocurrido, explicó en un comunicado posterior que había recibido la noticia de la fiesta de un oyente y se había limitado a dar el nombre de la localidad sin especificar más. «Nos han dicho que cualquiera que nos esté escuchando puede acudir, basta al parecer que salude con un 'hola' a la Marilyn Monroe de la puerta», decía el mensaje radiofónico. En declaraciones posteriores a la propia BBC, la madre de la muchacha describió lo ocurrido de «aterrador».