Gente de aquí
Sí ha lugar...
José González, ciego desde los 22 años tras un accidente de coche, quiere presentarse en dos años a las oposiciones de juez, después de sacar Derecho con una media de notable
Es tenaz y constante y asegura que, hasta ahora, todo lo que se ha propuesto lo ha conseguido. Su próximo reto en la vida es aprobar las oposiciones de juez, a las que pretende presentarse dentro de dos años. José González, con 32 años casi recién cumplidos, es un joven que ha tenido que superar muchas pruebas a lo largo de su vida. Tras quedarse ciego a los 22 años en un accidente de coche optó por preparar las pruebas de acceso para mayores de 25 años y comenzar su carrera de Derecho. En diciembre del 2007 consiguió la titulación -con una media de notable- y tres meses después ya ha echado «un vistazo al temario» de las oposiciones. También es cauto, consciente de que su ceguera puede suponer una traba para lograr hacer una carrera en los tribunales. El Consejo General del Poder Judicial le informó de que existe «un vacío legal de imposible resolución», aunque él también considera que lo que hace falta es «voluntad». Pese a todo, José González ya está preparando las primeras 700 páginas de las cerca de siete mil que tendrá que estudiar para los tres exámenes de la oposición y a plantearse todas las posibilidades y necesidades técnicas que precisará en el caso de que apruebe. Fuera y dentro de la sala Uno de los posibles inconvenientes que puede plantear el Consejo General del Poder Judicial para que no consiga su plaza es el levantamiento del cadáver, en el caso de que sea juez de lo Penal. «Cuando un juez acude al lugar de los hechos es para autorizar y dar fe del trabajo de los peritos y del técnico forense, en definitiva, revestir de autoridad y legalidad el acto», comenta. Por lo tanto, José González no considera que su ceguera sea aquí un impedimento. Dentro de la sala, también ha estudiado sus posibilidades. «Los jueces deben estudiar el lenguaje corporal de una persona cuando está declarando, con una pantalla de televisión yo lo vería de cerca, con lo que mi visión tampoco sería una traba», añade. Después, lentes, lupas, catalejos, pantallas de inversión de fondo y tamaño de letra... «cada día salen nuevas tecnologías que facilitarán el trabajo», señala mientras sonríe y añade que, además, las sentencias las puede, perfectamente, escribir por ordenador. «Desde mi punto de vista, en la sala no tendría ningún problema», remata. Este joven de Santa Marina del Rey se convertiría, en el caso de que supere el examen tipo test y los dos orales de la oposición en el primer invidente en España en convertirse en juez, por lo tanto, «sentaría precedente». «Tengo posibilidades y razón, los que me conocen también opinan lo mismo y no conciben que no pueda presentarme a las oposiciones para convertirme en juez siendo ciego, incluso piensan así algunos profesores de la Facultad de Derecho que me han dado clases», comenta. Por lo tanto, sí ha lugar.