Prevenir y tratar la toxemia de la gestación ovina en Uruguay

Uruguay es un país ubicado en América de Sur, con algo más de 177.000 Km cuadrados, alrededor de un tercio de España. Está situado entre dos macropaíses como son Argentina y Brasil, aunque su ganadería puede, y de hecho lo hace, en muchos casos competir con éstos. Su clima es subtropical templado y más del 90 por ciento de su superficie es cultivable. La producción ganadera, tanto ovina como vacuna, se realiza a «cielo abierto», sin establos o majadas para los animales, siendo alimentados exclusivamente con pasto natural y sin utilizar ni otros forrajes, ni alimentos concentrados. Las explotaciones en general son de gran tamaño y aunque varían considerablemente, no suelen ser menores de 500 hectáreas. A este respecto valga indicar que existen alrededor de 24.000 establecimientos ganaderos dedicados a la cría ovina, que ocupan un total de 12 millones de hectáreas. La ganadería y la agricultura son la base de la economía de este país sudamericano, y dentro de éstas, la producción ovina es de fundamental importancia ya que es responsable del un 20 por ciento del producto bruto agropecuario y del 8,3 por ciento de las exportaciones. Posee uno de los mayores rebaños de ovinos de América Latina; no obstante, el número de animales de esta especie ha disminuido drásticamente en los últimos años (pasando de 26 millones de cabezas en el año 1991 a las aproximadamente 11 millones actuales), fundamentalmente por causas asociadas a períodos de depresión internacional de los precios de la lana y al bajo porcentaje de corderos destetados. Baja eficiencia A partir del año 2004 el incremento internacional de los precios y mercados para la lana y la carne han brindado ventajosas perspectivas para el sector. Sin embargo, en Uruguay, persisten aún graves problemas productivos como son la baja eficiencia reproductiva y los elevados índices de mortandad tanto de las madres como de los corderos. La investigación realizada por el autor de este articulo, bajo la dirección de los doctores de la Universidad de León José Ramiro González Montaña y Felipe Prieto Montaña, ha sido dirigida a evitar la mortalidad de las ovejas, obteniendo valores de referencia de algunos indicadores del metabolismo energético y de la funcionalidad hepática de ovejas gestantes, resultando necesaria para tomar medidas encaminadas a la prevención y/o tratamiento precoz de algunas enfermedades metabólicas como es la Toxemia de la Gestación. Esta es una enfermedad que afecta a las ovejas en el último tercio de la gestación, momento en el que se produce el rápido crecimiento de los fetos, por lo que la energía obtenida a partir del alimento no es suficiente para satisfacer estos altos requerimientos, conduciendo a un estado de cetosis que puede terminar en la muerte de las madres. Al contrario que en España, en Uruguay esta patología se presenta incluso en ovejas que gestan un solo cordero, fundamentalmente en inviernos rigurosos con grandes carencias nutricionales. Tratamientos no efectivos Una vez que la enfermedad se manifiesta, los tratamientos aplicados no suelen dar resultado, no siendo capaces de evitar la muerte ni de los corderos ni de la oveja. Por tanto, es preciso establecer medidas encaminadas a prevenir la enfermedad o bien instaurar la terapia en las primeras fases del proceso, y siempre antes de la aparición de los síntomas. Los objetivos de este trabajo experimental fueron reproducir la Toxemia de la gestación en ovejas sometiéndolas a un periodo de ayuno al final de la preñez para lograr un diagnóstico precoz de esta enfermedad, analizar las lesiones hepáticas encontradas y ensayar tres alternativas terapéuticas con el fin de revertir de forma eficaz esta patología en sus etapas iniciales. Se realizaron dos ensayos experimentales utilizando ovejas Corriedale, la raza más frecuente en el país. En el primero se logró reproducir un cuadro clínico de Toxemia de la gestación, para delimitar y diagnosticar la enfermedad en la fase subclínica en base a los niveles de glucosa, de cuerpos cetónicos y de cortisol en sangre. Asimismo se describieron las características de las lesiones halladas en el hígado y se encontró asociación entre la enzima aspartato aminotransferasa y el grado de lesión de este órgano. Habida cuenta de los resultados obtenidos, podemos concluir que esta enzima puede ser usada como indicador precoz y fiable del daño hepático en ovejas afectadas por esta enfermedad. En el segundo ensayo se aplicaron tres tratamientos a ovejas con Toxemia de la gestación subclínica, intentando normalizar los niveles sanguíneos de glucosa y de cuerpos cetónicos. Si bien los tres tratamientos fueron efectivos (glucosa intravenosa junto con insulina subcutánea, glicero-propilenglicol via oral o suplementación con maíz triturada), no obstante el tratamiento con glicerol-propilenglicol a razón de 100 ml cada 12 horas por oveja, fue el que logró normalizar los parámetros sanguíneos anteriormente citados en menor tiempo.